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La BГєsqueda Del Tesoro
Stephen Goldin
Olaria Jordi
TEKTIME S.R.L.S. UNIPERSONALE
Una comedia sexy interestelar. Tyla deVrie y su hermano Bred compiten a lo largo y ancho de la galaxia para encontrar objetos raros en mundos exГіticos. El Cazador matГі sus padres 20 aГ±os atrГЎs y, a medida que se adentran en la galaxia en el yate espacial de Bred con su tripulaciГіn de solamente mujeres, aprenderГЎn que las carreras clГЎsicas no es algo serio en estos dГas. ВїSerГЎ el premio de gloria eterna lo suficiente para sus vidas?
LA BГљSQUEDA DEL TESORO
por Stephen Goldin
Publicado por Parsina Press (http://www.parsina.com/)
TraducciГіn publicada por Tektime
La BГєsqueda del Tesoro. Copyright 1976, 1999, 2009 por Stephen Goldin. Todos los derechos reservados.
TГtulo Original: Scavenger Hunt.
Portada В© Victor Habbick | Dreamstime.com
Traductor: Jordi Olaria
Esta vez es
MARY
para quien canto todas mis Canciones
ГЌndice
CapГtulo 1: Baile tras la cacerГa (#u4f89de83-24fd-51ef-86c8-e8728ad153ae)
CapГtulo 2: Puesta en marcha (#u543a1e1a-2e09-5ce8-a847-db7562428862)
CapГtulo 3: Un sueГ±o desde Lethe (#u635eb400-4444-5e73-9a54-39d78ec1edc5)
CapГtulo 4: Una rosa de Eclipsiascus (#litres_trial_promo)
CapГtulo 5: Un corazГіn de piedra desde Ootyoce (#litres_trial_promo)
CapГtulo 6: Un huevo desde Gondra (#litres_trial_promo)
CapГtulo 7: Un pecio desde el Vortex (#litres_trial_promo)
CapГtulo 8: Un artefacto desde Flame Pits (#litres_trial_promo)
CapГtulo 9: LГnea de Meta (#litres_trial_promo)
Acerca de Stephen Goldin (#litres_trial_promo)
ConГ©ctate con Stephen Goldin (#litres_trial_promo)
CapГtulo 1: Baile tras la cacerГa
Si sГіlo fueran lo suficientemente amables para odiarnos, podrГamos usar ese odio para forjar una identidad racial. Pero se niegan a darnos incluso ese respeto. Somos objetos, cosas para ser usadas, sin derecho al amor u odio, lГЎstima o calumnia. Nos definen por nuestras funciones,no como personas. Y, puesto que no tenemos otra, asГ actuamos...
Hice una huelga para ganar la mГЎs bГЎsica de las libertades. HarГ© mГЎs, muchas mГЎs, para ganar el sentido de identidad...
-Jasmine S
Manifiesto de un Androide
Tal era la fuerza de su reputaciГіn, que la presencia de Tyla DeVrie trajo consigo una tensiГіn silenciosa a Hunt Hall horas antes de que ella entrara al edificio. Las mujeres se acicalaban con cierta timidez, sabiendo que no importaba lo muy esplГ©ndidas que pudieran parecer, ya que ella siempre lo serГa mГЎs. Los hombres se movГan inquietos, como antiguos amantes que eran, preguntГЎndose lo que habГa echo para perder su favor, y teniendo la esperanza si todavГa eran lo suficientemente atractivos para atraer su atenciГіn.
Cuando el androide al cargo de esos asuntos anunciГі por fin su llegada, nadie tuvo el valor suficiente para no dejar de hacer lo que hacГan y contemplarla. Gente por todas partes se dieron la vuelta discretamente hacia la puerta, para volver a sus quehaceres despreocupadamente. Excepto algunos pocos no lo hicieron, justo antes de que Mistress DeVrie hubiera llegado al tercero de los peldaГ±os que llevaban del pasillo hacia la entreplanta que daba al salГіn de baile, el resto hizo inventario de todo lo que llevaba puesto. Mientras su rostro mostraba una expresiГіn de aburrimiento placentero, su ropa estaba lejos de considerarse aburrido desde allГ hasta la siguiente moda interestelar.
Mechas fosforescentes se arremolinaban como rayos por su cara como electrones rojos y verdes alrededor de un nГєcleo. Su pelo peinado hacia arriba y terminado en una trenza, con gruesos cabellos verdes y rojos entrelazados hГЎbilmente, dГЎndole una apariencia infantil aГ±adiГ©ndole veinte centГmetros a su altura. Empezando por sus hombros, tenГa dos amplias franjas de plГЎstico, uno rojo y otro verde, en forma de arco en la parte frontal de su cuerpo, cubriendo sus pechos y creando una X a la derecha de su entrepierna, para luego seguir enrollГЎndose al contorno de sus piernas para terminar en sus pies como sandalias. De allГ, las franjas volvГan a sus piernas, se cruzaban de nuevo a la altura de sus nalgas y continuaban hasta sus hombros para completar el ciclo. Alrededor de su tobillo izquierdo habГa una franja satinada, en la cual colgaba una pieza de joyerГa, en forma de cereza, del tamaГ±o del corazГіn cortado del corazГіn de una criatura de silicona del planeta Ootyoce. A cualquier otra persona tal ropa le harГa parecer extravagante. En ella, algo vertiginoso.
Tyla DeVrie habГa reunido una gran cantidad de reporteros fuera del hall, todos ellos cargados con preguntas sobre aquella fantГЎstica herencia de DeVrie en la BГєsqueda del Tesoro. PermanecГa de pie junto a la balaustrada, mirando hacia afuera de aquella basta sala. Cuando se llegГі al cupo del millar de personas en aquel lugar, parecГa que se habГa llenado algo menos que la mitad. Llenarlo hasta los topes, despuГ©s de todo, hubiera sido algo de pobres.
Una orquesta estaba tocando junto a la esquina norte del hall. No era tan sГіlo una simple colecciГіn de sintetizadores y mezcladores, si no que se trataba de unos ochenta personas frescas tocando instrumentos modernos, genios de su arte reunidos de varios planetas de la galaxia. La mГєsica que tocaban era tranquila, apropiada para los bailes de la Alta Sociedad. Algunas personas, de hecho, estaban bailando aunque la mayorГa se limitaban a estar sentadas junto a las mesas colocadas alrededor de las esquinas del piso. La orquesta tenГan cierta amplificaciГіn electrГіnica, la justa para permitir que la gente hablara sin que se molestaran con los de al lado.
Tyla permanecГa en pie como un monarca contemplando sus dominios. Entonces, en un movimiento digno de su estatus, empezГі a andar dando zancadas largas como si fuera un felino hacia el tubo de gravedad. Ella podrГa haber estado posando como una simple estatua mientras el campo gravitatorio la mantuviera flotando suavemente por el suelo del hall. Su mirada permanecГa bajada y su expresiГіn nunca se vio alterada. En ningГєn momento tocГі el nivel del suelo. SaliГі del tubo y empezГі a mezclarse con la gente.
ParecГa como si solamente se moviera aleatoriamente entre la multitud, aceptando una bebida del androide que las servГa, y un aperitivo de otro. Los movimientos brownianos podrГan provocarle que cambiara de destino una docena de veces cada minuto, pero sabГa donde iba en todo momento. Como si se tratara de un polГtico con tablas buscando en su agenda, su mente era un fichero computarizado con informaciГіn precisa sobre la gente con la que se habГa visto.
Kontorr, Occla. 80 y muchos, aunque ella afirma tener setenta. Tres ex-maridos (ВЎincluyendo Tonas!) actualmente divorciada. Su familia es la Sociedad Vieja, aunque lo suyo no era seguir las modas. Co-patrocinador de Jumdown. Conocido, tratado con una reverencia cordial, y algunas palabras como saludo.
AlMassa, Ranso: 120 aproximadamente. Le encanta quejarse sobre los fallos de su brazo artificial. Casado con Robidia durante 30 aГ±os. Fuera de servicio. Viejo amigo de la familia, trato con una sonrisa, intercambio de cumplidos.
Tens, Arrira: 30 (Вї?). Casada en Sociedad (ВЎnada mГЎs que con Vond!) y luego divorciada. Desilusionada consigo misma. Buscando escalar posiciones en la sociedad. JugГі por Billin antes que yo. No conversado con ella este aГ±o. Trato con desgana.
Corbright, Wilfern: 62, duro, rГe demasiado alto sin razГіn alguna. Un novato. Tipo C (sin duda). Nunca presentados formalmente. Tratado con educada timidez.
Danovich, Necor: 68. Amante dos aГ±os atrГЎs. Bonitos ojos, mediocre comportamiento. Tratado con una sonrisa amigable, nada de pequeГ±as conversaciones.
HabГa un gran nГєmero de entradas como estas. Tyla DeVrie tenГa mala fama por la huella que dejaba entre los hombres de alto rango de la sociedad, dejГЎndolos sin razГіn alguna en el momento en que obtenГa lo que querГa. Sus peripecias de cama eran una fuente constante de chismes entre damas de menor reputaciГіn y glamour, una fuente de eterna frustraciГіn para los amantes que habГa abandonado y una continua fuente de esperanza para los hombres con los que aГєn no se habГa involucrado, cada uno de los cuales creГa que Г‰l era el que finalmente la domaba. A la edad de treinta y tres aГ±os, era una de las personas de la galaxia.
Cuando se encontraba con uno de sus viejos amantes, siempre les preguntaba si habГan logrado entrar en la BГєsqueda. Era algo pro forma. La respuesta era siempre la misma, “por supuesto”. A parte de flirteo rutinario, prestaba cierta atenciГіn a aquellos hombres que todavГa no habГan sido sus amantes. Pero aquella no era una noche para empezar nuevas aventuras. Tyla tenГa su propia agenda.
Esa multitud decadente cuyo Гєnico credo parecГa ser el loquo, ergo sum, sonrisas gentiles e hipГіcritas, aquel era el mundo que habГa conquistado con calculada precisiГіn. Se habГa rodeado de un alboroto como si fuera un abrigo caliente y familiar. Su mundo, su Sociedad. Pero se sentГa acalorada esa noche por Alexander, tenГa que tratarse de otro mundo, en algГєn lugar, un mundo a conquistar.
Mejor que saborees esto, chica, advirtiГі severamente a si misma. Puede que sea la Гєltima fiesta por mucho tiempo.
Mientras estaba charlando con Doz Linn, un antiguo amante, ellos inadvertidamente cruzaron la Гіrbita social de Barb. BarbantГ© Leonyn, una morena alta y hermosa, era la antigua cuГ±ada de Tyla. Su vestido, que revelaba un amplio escote en la parte delantera y trasera, parodiaba un uniforme espaciador, incluyendo guantes y botas. El lado derecho era rojo brillante con unas campanas de zafiro colgando de ella; el lado izquierdo era azul con campanas de rubГ.
El Barb era una fuerza natural que barrГa todo lo que se encontraba ante ella. Rodeada por un grupo de admiradores, los apartГі para concentrarse en Tyla. “Tyla, querida mГa, te ves encantadora, y estoy seguro de que por lo menos la mitad de los hombres tienen ese pensamiento en sus mentes. ВїDe dГіnde vienes con esos trajes? Me morirГ© de envidia, a menos que me enfrentara a mi propio vestido, asГ que por supuesto que no, pero no es ninguna sorpresa verlo en compaГ±Гa de uno de nuestros mГЎs guapos hombres. Te lo robarГa, querida, pero no puedo, puedo, porque ya lo has dejado ir, asГ que ВїquГ© sentido tendrГa?
TerminГі su copa y entregГі su vaso a uno de sus pretendientes, tomando un vaso nuevo de otro de los hombres que habГa estado a punto de beber. DifГcilmente parГі para respirar, y continuГі: “¡El espacio, quГ© mГєsica espantosa! Todo este tintineo es suficiente para que me venga la menstruaciГіn. Se podrГa pensar que podrГan permitirse el lujo de contratar a una orquesta que sabe la diferencia entre la mГєsica real y el sonido de la micciГіn en una olla de cГЎmara de lata. ВїCГіmo estГЎ Bred, por cierto? Y no me digas que no estГЎ aquГ, mi amor, porque vi su Honey B en el puerto espacial esta misma tarde. Supongo que no se ha molestado en venir a la Fiesta. No, claro que no, no podГas esperar ningГєn comportamiento tan sociable de Г©l. He tenido tres maridos desde entonces, y cada uno de ellos ha estado mГЎs que dispuesto a ser visto en mi brazo en las fiestas. No, no me preguntes cuГЎles son sus nombres, querida, no soy un almanaque, y aquГ hay damas que podrГan recitar toda la lista de principio a fin. Ahora que lo pienso, algunos de ellos preferГan retroceder hacia delante. Ah, pero no importa. Doz, ВїserГas tan amable y volver a llenar mi vaso, por favor?
“No estГЎ vacГo” tuvo Doz Linn la desgracia de comentar.
El Barb miró su copa, y luego a Doz Linn. Entonces ella volvió a mirar su vaso. “Sà que lo está” dijo ella.
Mientras Doz permanecГa de pie con la boca abierta, el Barb agarrГі el vaso y tomГі del brazo a Tyla llevГЎndola a travГ©s del grupo de sus pretendientes. Tyla no estaba segura de la razГіn por la cual habГa tolerado tal invasiГіn de su imperio, excepto porque sabГa que el Barb dirГa cosas que nadie mГЎs dirГa.
“Te he encontrado en falta, Tyla, de verdad. He encontrado en falta tus charlas de hermana pequeГ±a. Aunque fuiste la hermana de Bred, y no la mГa, siempre sentГ que habГa una especie de uniГіn entre nosotros. Y francamente, no importa lo mucho que me que, tambiГ©n encuentro en falta a Bred.
EstГЎbamos tan equivocados como dos zapatos de la izquierda, mi pequeГ±o muffin y yo, pero Г©l era el Гєnico hombre cuyo nombre podГa recordar la maГ±ana siguiente sin escribirlo en la funda de almohada antes de tiempo. La vida nunca es fГЎcil para las reinas de la Sociedad, Вїverdad?”
Tyla no se molestГі en responder. El Barb no hizo preguntas para recibir respuestas.
“¿QuГ© piensas del gran escГЎndalo androide? Personalmente, creo que es todo un bobo, haciendo una gran cosa para tan poco. No es como si tuviera la oportunidad de ganar o algo asГ, ni con una nave de chatarra y un equipo de robots. Y aunque tuviera una oportunidad, ВїquiГ©n realmente se preocupa excepto un montГіn de pavos reales hinchados con coeficientes de inteligencia de la mitad de su tamaГ±o del pene? Si piensan que son mejores que un genio de verdad, todo lo que tienen que hacer es vencerlo en la BГєsqueda del Tesoro, Вїverdad?”
“Ah, y hablando de eso, Arrira me dice que hay un par de establecimientos en el Infierno que ninguno de nuestros hombres puede vencer. Ella jura que no lo sabe por experiencia personal, por supuesto; dГ©jale que niegue la Гєnica cosa que la elevarГa al nivel de subhumano en mi estimaciГіn. Ellos adaptan genГ©ticamente esos tipos para su trabajo especГfico, ya sabes, lo cual es mГЎs de lo que puedo decir de cualquiera de los hombres que he tenido Гєltimamente. Es suficiente para que renuncies a toda fe en Darwin, te lo puedo decir.”
Con el Barb siempre se podГa contar para divertirse, pero al final terminГі por otro camino. Tyla mirГі casualmente alrededor para encontrar una manera de liberarse y vio a Nillia Rathering charlando con un grupo de otras mujeres a pocos metros de distancia. Nillia no fue un gran paso, pero al menos jugaba el juego social con las mismas reglas que Tyla.
Tyla gritГі su nombre. Nillia alzГі la vista y vio a Tyla, sonriГі con el cГЎlido resplandor de un querubГn muy viejo y saludГі a Tyla para que se uniera a ella. Tyla inmediatamente comenzГі a lamentar su decisiГіn. ВїHabГa sido demasiado rГЎpida para saltar de la olla de un canГbal a la siguiente?
Sin embargo, su maniobra tuvo su efecto deseado. El Barb echГі un vistazo a Gentlelady Rathering y decidiГі que su tiempo podrГa ser mejor gastado en otro lugar. “Bueno, Tyla, mi amor, ha sido positivamente exorbitante ser tu hermana de nuevo durante estas Гєltimas horas, pero he venido a la Fiesta en una misiГіn, ya sabes. Simplemente debo encontrar a un hombre digno de seducir, una tarea difГcil. Mirando a mi alrededor, siento miedo de ti y me verГ© obligado a bajar nuestros estГЎndares para lograr una vida heterosexual verdaderamente satisfactoria, aunque supongo que puedo estar poniendo demasiados adjetivos en mis calificaciones. Que tengas una BГєsqueda feliz.” Y asГ, el Barb se fue a deslumbrar a otro sector del SalГіn.
Tyla, por su parte, se quedГі con Nillia Rathering. “Es bueno verte de nuevo, Nillia.” Tyla podГa mentir socialmente con las sonrisas mГЎs agradables.
“SГ, hija mГa, ha pasado demasiado tiempo” dijo Nillia “Ven aquГ y dГ©jame ver ese conjunto impresionante.”
Tyla se aceptГі a regaГ±adientes. Nillia Rathering era inofensiva, pero bien terrible. Tyla notГі con disgusto cuando se acercГі a Nillia que habГa ganado unos cuantos kilos mГЎs desde su Гєltima reuniГіn. Algunas mujeres parecГan perder el orgullo de su apariencia una vez que habГan alcanzado los ciento cincuenta. Nunca dejarГ© que eso me suceda, Tyla decidiГі en silencio.
Nillia examinГі el vestido de cerca, suspirando con deleite. “Oh, ser cien aГ±os mГЎs joven. PodrГa mostrarte una cosa o dos, querida.”
“Estoy seguro de que todavГa puedes”, dijo Tyla, descargando el cumplido que Nillia habГa estado hurgando.
“Oh, no, no, querida, me halagas demasiado. Me temo que mis dГas de gloria no volverГЎn.” Puesto que Tyla sabГa que Nillia no lo creГa, la verdad saliГі como una mentira social educada.
“¿Y tú, Tyla?” preguntó Nillia “Has sido un ermitaño estos últimos meses, ¿verdad? He extrañado tu preciosa cara en todas las fiestas. No te he visto desde... desde el Maze, ¿no es as� ¿o quizás desde el New Crete?
“Me temo que los asuntos personales se han vuelto demasiado urgentes” respondió Tyla, ignorando la evidente curiosidad.”
“Y hablando de asuntos personales, querida” dijo Nillia, bajando la voz a un nivel justo entre nosotros “¿has oГdo hablar de Randa y Mendasan?
“EscuchГ© que su matrimonio se fue al traste, pero no habГa oГdo por quГ©.” Esta conversaciГіn podrГa ser de algГєn valor, despuГ©s de todo. La informaciГіn lo era todo en la sociedad.
Lo atrapГі en la cama con uno de sus amantes. Y ni siquiera tenГan la gracia de invitarla. Fue todo lo que hablamos de la bola de la Estrella Azul. Por supuesto, eso fue antes de que Fendon apareciera con un extraterrestre.
“¿Qué clase de extranjero?”
“Dios sabe, no puedo mantenerlas todas. Por supuesto, afirmГі que era parte de una reuniГіn de negocios, pero el extranjero llevaba un colgante de platino de Dorin y estaba visiblemente ausente. Ninguno de los dos estaba en el Delder 400, y sabes con quГ© regularidad asistГan.”
“Y hay rumores de un duelo que se realizarГЎ antes de la Fiesta de HesperiГіn. Cierta gente sin nombre se tomaron la excepciГіn de otros partidos sin nombre llamГЎndolos “un chillГіn ineficaz y un hipГіcrita de ojos azules” asГ que fueron a casa a Gavilon para practicar su punterГa. “¿Por quГ© los hombres tienen que tener egos tan frГЎgiles?”
“Pero hay algunas buenas noticias. Cathalia Ling se va a casar.”
“No habГa recibido una invitaciГіn.” Era impensable que cualquier persona de cualquier valor se casara sin invitar a Tyla.
“Bueno, claro, todavГa no lo han anunciado, pero Walsa me asegura que Г©l mismo redactГі el contrato.”
“¿Con quién se casa?”
“TodavГa no lo ha decido. Seguramente con uno de los jГіvenes chicos Untermnn. Eso crearГЎ una importante alianza, Вїno crees?”
La voz de Nillia cambiГі a tonos mГЎs conspiranoicos para seguir hablГЎndole, “Y hablando de este tipo de cosas, cariГ±o, se que no me incumbe, pero... ВїtodavГa no te has casado?”
Sabes que no, metomentodo. Nada ocurre en la galaxia sin que tu te enteres. “No seas tonta. Sabes que no harГa algo tan ruin como no invitarte a la boda. No tienes por que preocuparte.”
“Lo se, pero no se puede hacer nada. PrometГ a tu madre que me encargarГa de ti, ya sabes.”
AquГ estaba, la vieja promesa de Nillia oliendo a viejo en cada una de las citas, como si se tratara de un antiguo soldado emergiendo de un ГЎtico vistiendo un uniforme sacudiГ©ndose el polvo acumulado. QuizГЎs le proporciona cierta emociГіn el pensar que es responsable de mi, pensГі Tyla. Como la que quisiera experimentar en aquella fiesta.
“DeberГas admitir que no es normal para alguien de tu edad no estar casado al menos una vez” Nillia dijo, sin preocuparse por lo que su joven amiga pensara. “EstГЎs echando a perder tus mejores aГ±os. La juventud es tiempo para experimentaciГіn, ya sabes.”
“Pensaba que esto ya era bastante experimentación para mi misma.”
Nillia hizo que no con un movimiento de la mano. “Todo esto son lios amorosos, querida, no matrimonios. Todo sombras. Necesitas algo más serio, una relación auténtica, algo que vaya más allá de una o dos semanas.”
“He encontrado un hombre con el que quiero dicha relaciГіn.” Tyla habГa usado a Nillia para escapar del Barb, y ahora estaba buscando a alguien para que la rescatara de Nillia. La orquesta dejГі de tocar de repente. Por encima del hombre de Nillia pudo atisbar a Tendric Parto. Si pudiera hacer que la viera...
“Me gustarГa vivir para siempre, ya sabes” continuГі Nillia “Un aГ±o o dos estarГa bien. Puede pensar en varios hombres jГіvenes que serГan un excelente primer marido para ti. No has estado buscando lo suficiente, eso es todo. Incluso tu marido se ha casado dos veces, y Dios sabe que Г©l...” Se vio inmersa en un faux pas y su voz pareciГі ir a la deriva.
“¿Cómo?” suplicó Tyla, disfrutando en un momento de la sensación de poner a la defensiva tal inquisidor.
“No, por supuesto no, querida, querГa decir “excГ©ntrico”. Pero incluso si Г©l y el Barb terminaran sobreviviendo al matrimonio, sin duda alguna no habrГa razГіn alguna para que tu no lo hicieras tambiГ©n. Echa un vistazo al hall esta noche. Todos los hombres ricos y deseables de la galaxia estГЎn aquГ. Y con la ropa que llevas, sin duda no tendrГЎs problema alguna para atraer al hombre que quieras.”
Tyla echГі un vistazo alrededor. Tendric Parto habГa sido rechazado por una mujer, seguramente su nueva esposa— Tyle habГa perdido la oportunidad de casarse y todavГa no tuvo la ocasiГіn de encontrarse con Г©l. Pero tenГa que haber alguien al que poder usar para separarse de Nillia. Sus ojos recorrieron las mesas junto al perГmetro de la zona de baile. Cada rostro era familiar de otras fiestas, excepto...
“¿Quién es?” preguntó ella, fijándose en un joven atractivo sentado solo en una de las mesas.
Nillia cambió de expresión al instante, y su voz empezó a parecer un susurro. “Oh. Créeme, cariño, no querrás hacer nada con él. Él es el androide.”
El Barb habГa mencionado algo sobre “el escГЎndalo del gran androide” pero, de ser cierto, deberГa tener mГЎs datos. “¿QuГ© estГЎ haciendo aquГ?” preguntГі ella.
“¿No sabes nada sobre el escГЎndalo? Querida mГa, has pasado demasiado tiempo desconectada. ВїNo? Esa criatura ha sido aceptada en la BГєsqueda.”
Tyla quedГі alucinada. “No sabГa eso.”
“Devon no querГa, te lo aseguro. Pero las Reglas eran muy explГcitas —cualquier ser masculino que pueda pagar la cuota de ingreso puede inscribirse. HabГa sutilezas sociales, y el ComitГ©, por supuesto, no querГa que se excluyeran a los extranjeros. Pero, ВїquiГ©n hubiera creГdo que un androide pudiera tener suficiente dinero para entrar?
“¿De dónde sacó el dinero?”
“Aparentemente todos los androide de la galaxia contribuyen pagando su cuota y comprando una nave. Es algo relacionado con ellos, alguna tonterГa relacionada con probar sus capacidades con los seres humanos.”
Tyla frunció el cejo. “¿Crees que habrá alguna posibilidad?”
“Nadie con el que he hablado piensa asГ. Pero solamente pensar en su ser en nuestra BГєsqueda me da repelГєs. Puedo asegurarte que las Reglas serГЎn cambiadas la prГіxima vez.”
Tyla asintiГі con la cabeza. La entrada del androide en la BГєsqueda podrГa empaГ±ar ligeramente el concurso, pero la tradiciГіn era tan gloriosa que el daГ±o serГa mГnimo. Un aГ±o despuГ©s de que todo hubiera terminado, todo lo que recordarГa serГa el ganador. No estaba preocupada por el androide como competidor, tampoco si, como habГa dicho el Barb, si tenГa un viejo barco y robots robados como tripulaciГіn.
La mayorГa de los competidores regulares compitieron Гєnicamente porque una falta de hacerlo significarГa pГ©rdida de estatus. Ellos perseguirГan a la BГєsqueda con desgana, tal vez reunirГan algunos de los objetos de su lista y perderГan graciosamente, contando mГЎs tarde emocionantes anГ©cdotas sobre cГіmo podrГan haber ganado si no hubiera sido por un accidente tan desafortunado. SГіlo habГa una persona con la que realmente estaba preocupada. Una persona que tomГі la BГєsqueda como algo mГЎs que un juego.
“Hola, Tyla” dijo una voz detrás de ella, reconociendo el sonido del enemigo.
“Hola, Maestro Jusser” dijo, volviéndose. “Estaba pensando en ti.”
Ambic Jusser miraba el papel que desempeГ±aba: una mujercita de hombros anchos y sofisticada. TenГa una altura de dos metros y tenГa un rostro guapo y escarpado con una tez profundamente curtida en el espacio. Su bigote y perilla estaban salpicados de polvo plateado; El frente afeitado de la tira era tres centГmetros de ancho y profusamente tatuado por el propio Corinarr famoso.
La camisa de Jusser era lisa, de semitransparente plastisilk, haciendo remolinos en azule y rojo y amarillo. El diseГ±o a primera vista parecГa desordenado, pero estaba planeado para dirigir la vista alrededor de su magnГfico marco y luego hacia abajo hacia la cintura. Sus pantalones eran de terciopelo del arco iris, brillando en todos los colores a la vez, y tan apretados que podrГan haber sido pintados. Su funda estaba completamente acolchada, y llevaba unas suaves botas de cuero que se deslizaban por el suelo del salГіn de baile. TenГa las manos bien enguantadas, la derecha en rojo y la izquierda en amarillo.
La joyerГa brillaba emocionantemente en torno a Г©l. Una cadena de diamantes rodeaba su cabeza, atada en la parte posterior del cuello con dos borlas. Un pendiente de rubГ colgaba de cada oreja, y pulseras apretadas de diamantes canarios rodeaban sus muГ±ecas. Su cinturГіn era una hilera de esmeraldas, mientras que sus ligas eran mosaicos de rubГes, esmeraldas, zafiros y diamantes. HabГa un esputo de platino en su bota derecha con un gran zafiro estrella en lugar de una espuela. Y alrededor de su cuello habГa un tubo de plГЎstico transparente lleno de centenares de pequeГ±os y vivos insectos que brillaban, vivos y cГЎlidos, pero siempre cambiantes de tonalidad y patrГіn. Las babosas eran espantosamente caras, incluso segГєn los estГЎndares de la Sociedad, y sГіlo podГan vivir unas pocas horas dentro de ese tubo.
Tyla odiaba a Jusser con una pasiГіn tan intensa que era un fuego en su tripa.
La sonrisa de Jusser era la que siempre llevaba: el deportista, el magnГЎnimo ganador, el caritativo superior. Dios en el sГ©ptimo dГa.
“Espero que fueran buenos pensamientos” dijo.
“Estaban sobre ti” reiteró Tyla.
“Pareces exquisita esta noche, querida” dijo Jusser “Pero entonces siempre lo haces.”
“Y tú eres el mismo de siempre” dijo dulcemente Tyla.
Nillia Rathering podГa percibir el auge de lo desagradable y decidiГі que sus atenciones eran buscadas en otra parte. Con una graciosa disculpa, se deslizГі casualmente hacia un rincГіn menos concurrido del vestГbulo. Otras personas alrededor de Tyla y Jusser tambiГ©n se desplazaron hacia ГЎreas mГЎs seguras.
“Ciertamente es maravilloso verte de nuevo” dijo Jusser. Tomó su brazo tan suavemente que no tuvo más alternativa que dejarlo. Te he echado de menos, ¿sabes?”
“Parece que te ha ido suficientemente bien mientras yo estaba fuera.”
“Por supuesto que me las arreglé. Soy un ganador, ¿no?”
“Eso depende” dijo Tyla con cautela “de los juegos que juegues.”
Jusser se encogiГі de hombros. “Lo Гєnico que he querido pero nunca he tenido eres tu, querida, y ahora que he decidido eso, es sГіlo cuestiГіn de tiempo. ВїPor quГ© gastar tu energГa luchando contra mГ?”
Mientras hablaban, la condujo hacia el centro del vestГbulo. Justo cuando llegaron, la orquesta empezГі a tocar de nuevo.
“¿Quieres unirte a mà en el Zolthen?” preguntó Jusser antes de que Tyla pudiera formular una respuesta a su pregunta anterior.
Tyla vacilГі por sГіlo una fracciГіn de segundo. Jusser tomГі su silencio como consentimiento y la arrastrГі a sus brazos a tiempo para la mГєsica. HabГa sido una emboscada suave y cronometrada perfectamente.
“Supongo que estás aquà para ver el comienzo de la Búsqueda del Tesoro”, dijo Jusser mientras giraba suavemente alrededor de él.
“En cierto modo, sГ.”
Ella retrocediГі un paso lejos de Г©l mientras sostenГa su mano izquierda en la mano derecha de Г©l y se agachГі bajo su brazo para subir detrГЎs de Г©l.
“Esperaré que estés abajo en el Hermes para que me vayas” Le soltó la mano con la izquierda, tomó su otra mano con la derecha y volvió a girar para mirarla.
“Me temo que serГЎ un poco difГcil” dijo, acercГЎndose a Г©l y deslizГЎndose el brazo libremente alrededor de su cintura. Juntos avanzaron tres pasos hacia la derecha de Jusser.
“Estaré a bordo del Honey B en ese momento.”
“¿El barco de Bred? ¿Está en la Búsqueda? Jusser la empujó suavemente lejos de él y ella hizo una pirueta.
“SГ, fue una entrada de Гєltima hora.” EsperГі el ritmo requerido, luego saltГі al aire y bajГі con un pie. Su compaГ±era tomГі su pierna libre, se arrodillГі y la deslizГі sobre su hombro. Luego, agarrando una mano extendida, la levantГі en el aire.
“¿No preferirГas estar con un ganador?”
“Tengo la intención de hacerlo.”
La girГі una vez y luego la dejГі caer de nuevo. “En realidad no esperas que ese prostГbulo que tiene sea un contendiente serio, Вїverdad?” Se volviГі a medio camino, de modo que los dos se pusieron espalda con espalda.
“Ciertamente, sГ” dijo, dando cinco pasos hacia atrГЎs mientras tomaba un nГєmero igual para que sus espaldas permanecieran juntas. “Porque voy a correr la BГєsqueda por Г©l.”
“Aha, ahora estГЎ claro. Me preguntaba por quГ© Bred bajarГa de su nube y se unirГa a los demГЎs.”
Dieron tres pasos a su derecha, dos a su izquierda, luego se volvieron para que volviesen a verse cara a cara. Es su hermana quien tira de las cuerdas.
“Como las mujeres no pueden entrar por su cuenta, le pedГ a Bred que se inscribiera en la BГєsqueda como un favor para mГ. Г‰l estuvo de acuerdo, siempre y cuando haga el trabajo real.
Se agarraron las muñecas el uno al otro e hicieron dos largos pasos. “Me ha dado el mando temporal de su nave.”
“¿Y por qué estás tan interesado, de repente? Siempre has preferido las fiestas de los juegos.”
“Siempre ha habido un...”
En este punto, el baile requirió un intercambio momentáneo de parejas. Se enfrentaron a una pareja cercana e hicieron unos ligeros giros con otros antes de reunirse de nuevo. “DeVrie en la Búsqueda del Tesoro” continuó Tyla con facilidad “Y por lo general hemos ganado también.”
“La sonrisa de Jusser se ensanchó.” Pero no la última vez.
Su enojo hacia Г©l se duplicГі. “No necesitas ser tan macabro. Si mis padres no hubieran muerto, habrГan ganado. Tuvo suerte.”
Estaba tan loca que casi se perdiГі un paso, pero se recuperГі a tiempo y mantuvo su dignidad haciendo que su lapso pareciera ser un adorno.
“La suerte no tuvo nada que ver con eso, querida.” Se abrazaron las manos y caminaron en un pequeГ±o cГrculo.
“Simplemente jugué eso como si tocara todo lo demás: ganar. Y lo hice.”
Los rГgidos requisitos de los Zolthen ahora exigГan un abrazo. Tyla puso los brazos discretamente alrededor de su compaГ±ero, pero no habГa nada planeado para achuchar a Jusser.
“Mis agentes han encontrado recientemente nuevos afrodisГacos exГіticos para mГ” susurrГі al oГdo “y estarГa encantado de compartir mi primera muestra de ellos contigo.”
Empezaron a darse un achuchГіn, cuando el baile les obligГі a dar un giro sobre ellos mismos con el pie derecho, para volver a juntarse. Jusser lo hizo perfecto. Tyla simplemente se alejГі de Г©l, dejando Jusser a adrede sin pareja en el medio del salГіn.
Nadie mГЎs habГa dejado solo a su pareja en el medio del Zolthen. Tal acciГіn era considerada como un insulto, y Jusser quedГі completamente mudo. Lo peor de todo, a demГЎs de haberlo echo sin decir palabra alguna, fue el hecho de que al instante todos los allГ presentes se dieron cuenta, y la sala se convirtiГі en un hervidero. Nadie regresГі al baile.
Tyla estaba furiosa, incluso para alguien que siempre mantenГa la cabeza frГa como ella. Abandonando a Jusser en el medio del Zolthen era un insulto de grandes proporciones, pero tenГa que haber algo mГЎs que pudiera hacer. Regresar junto la alejarГa del resto de la fiesta. Tyla DeVrie era una gran experta en andar por el filo de la espada, y un insulto tan ordinario como eso no cambiarГa nada.
Anduvo con resoluciГіn hacia la solitaria figura del androide que estaba sentada en una de las mesas. HabГa sido tan fuerte el haber sido desmoralizado que no se dio cuenta de su llegada. “¿Te importarГa terminar este Zolthen conmigo?” preguntГі ella.
El androide la observó, contemplando ensimismado. “Eh... ¿quien? ¿yo?”
Ella repitiГі la pregunta.
“Pero nosotros... nadie nos ha presentado. Quizás no sabes quien soy.”
“¿Es necesario?”
“Eh, no, no. Creo que no. Bueno, ningГєn problema. Los androides salen de las fГЎbricas ya adultos, por lo que parecen que el tiempo no pasa en balde para ellos” dijo “sesenta o por ahГ, supongo.”
Este parecГa tener apenas veinte aГ±os, mГЎs un chico que un hombre. SegГєn los cГЎnones de la Sociedad, vestГa de etiqueta, ropa de marca, pero del aГ±o pasado, cosa que mostrГі su ignorancia.
TenГa la parte afeitada de moda en su cabello, pero apenas tenГa un centГmetro de ancho. El androide era alto y delgado, con unas extremidades exageradas, como si hubiera sido construido para poner de manifiesto las simpatГas maternas en las mujeres sin alienar a los hombres. ParecГa desesperadamente inocente y desconcertado, pero no sin un poco de encanto infantil.
Es una entidad artificial, recordГі Tyla a si misma, creada en un tubo de prueba y evolucionado en un tanque para servir a una funciГіn especГfica.
TomГі su mano y la llevГі de vuelta a la pista de baile, observando la reacciГіn de Ambic Jusser por el rabillo del ojo. Era tan bueno como habГa anticipado. No estaba muy contento. Tampoco habГa ninguna de las otras personas en la fiesta que habГa trabajado duro toda la noche para ignorar el androide. Ahora su presencia habГa sido reconocida por una de las personas mГЎs importantes de la Sociedad y su condiciГіn habГa sido planteada por su invitaciГіn a la danza.
Tyla podГa percibir la ira y la indignaciГіn que irradiaban por el vestГbulo, disfrazados por las sonrisas cortГ©s y las expresiones vacГas. Y no le importaba. Su posiciГіn era lo suficientemente estable como para aguantar cualquier tormenta; Lo importante era que su venganza sobre Jusser fuera lo mГЎs completa posible. No se recuperarГa rГЎpidamente de este golpe.
Cuando empezaron a bailar se volviГі dolorosamente obvio que el androide era tan torpe como parecГa. Tyla fingiГі no darse cuenta, e incluso hizo lo mejor que pudo para ocultar algunos de los errores mГЎs evidentes de la criatura. Ella se mantuvo a distancia y se concentrГі en el baile, con los ojos enfocados hacia delante.
“Bueno, yo deberГa presentarme a mi mismo, por lo menos” dijo el androide con un tono de preocupaciГіn. “Mi nombre es Johnathan R.”
“Muy bien por ti” contestГі Tyla. Las circunstancias la llevaron a tener que bailar con esa criatura, pero no tenГa pensado ser educada con Г©l.
El androide se dio prisa y pasó por alto dos pasos. “Sé que eres Tyla DeVrie, porque oà al androide anunciar tu llegada junto a la puerta.”
“Que listo.”
Se ahorrГі unos pasos mГЎs y Tyla se estremeciГі. ВїTenГa que ser un bufГіn?
“Mistress DeVrie, eres muy hermosa y estoy seguro de que podrГas haber bailado con cualquier hombre en la fiesta esta noche. Obviamente no me gustas. ВїPor quГ© me pediste que bailara?”
“Nunca antes habГa bailado con alguien como tГє.”
Se detuvo por completo. “Oh. Bueno, estoy seguro de que lo encontraste una experiencia novedosa y emocionante. Ahora, si me disculpas, seГ±ora DeVrie, tengo algo importante que hacer en mi mesa. Muchas gracias por el baile.” Y se fue, volviГ©ndose de espaldas a ella y caminando hacia la mesa que habГa ocupado toda la noche.
La orquesta dejГі de tocar. Todo el mundo dejГі de bailar. Las conversaciones cesaron. Y todos los ojos se fijaron rГgidamente en un solo punto dentro del enorme vestГbulo.
Tyla podГa sentir, de manera remota, la atenciГіn que estaba recibiendo, pero necesitaba incluso ese poder tan concentrado para registrar algo en su cerebro. Su mente se habГa quedado entumecida. Esto no podГa estar pasandole a ella, no a Tyla de Vrie. ВїCГіmo podrГa un androide atreverse a pisarla de aquella manera, especialmente despuГ©s de que ella se condescendiГі a bailar con Г©l? Su Гєnica compensaciГіn por su gracia habГa sido despreciarla a los ojos de todos los que le importaban.
La sonrisa estaba de nuevo en los labios de Ambic Jusser. HabГa vengado el insulto de Tyla sin siquiera intentarlo. EmpezГі a acercarse a ella de nuevo. Desde el otro lado del pasillo, el Barb tambiГ©n empezГі a moverse hacia ella, con una expresiГіn extraГ±amente extraГ±a de simpatГa en su rostro.
Pero Tyla no dejarГa que eso sucediera. En el peor de los casos, y en lo que a ella concernГa, esto era lo peor: conservarГa su honor. Con auto control perfeccionado de aГ±os de entrenamiento social, levantГі la cabeza con orgullo y marchГі al tubo de gravedad. El campo se congelГі sobre sus pies cuando entrГі, levantГЎndola suavemente hacia arriba hasta llegar al entrepiso. SaliГі del tubo y, con dignidad, del salГіn.
Los reporteros seguГan allГ, sin darse cuenta del cataclismo social que acababa de ocurrir. Tyla DeVrie caminГі regiamente mГЎs allГЎ de ellos y levantГі su pulgar izquierdo graciosamente sobre el escГЎner. Momentos mГЎs tarde, su limusina se acercГі a la acera, su puerta se abriГі, entrГі y la puerta se cerrГі otra vez, ocultГЎndola de los ojos humanos.
Sólo entonces se desmoronó su escudo emocional. “Spaceport”, dijo con una voz apenas audible, con sus manos temblando tanto que tuvo que probar tres veces antes de que ella pudiera colocar su pulgar sobre el escáner para verificar su identificación.
La limusina se deslizГі por aquella calle oscura.
CapГtulo 2: Puesta en marcha
En los inicios de los viajes humanos interestelares, no habГa ningГєn guiГіn establecido. Pero desde que la Naturaleza empezГі a escupir anarquГa en aquella aburrida clase social como si fuera una aspiradora, las relaciones de poder empezaron a construir imperios comerciales, conglomerados industriales y fortunas bancarias. Estos crecieron rГЎpidamente, algunos en el espacio de una vida.
Muy pronto, aparecieron personas con un valor intrГnseco mayor que el resto. Y a medida que el poder se aferraba a mГЎs poder, esa gente gravitaba alrededor de otra como ellos.
Al principio esa gente veГa a los otros como amenazas, y la lucha era feroz. Pero gradualmente se convirtiГі en una tregua. La fuente original de su riqueza, la gente comГєn, permaneciГі constante. Crearon cГrculos sociales para distinguirse a si mismo de las masas vulgares que permanecГan a la sombra. Crearon la Sociedad.
La Naturaleza solГa chequear y balancear los sistemas sociales. Pero en este caso, creГі las distancias entre ellos demasiado grandes. Mientras las naves podГan desplazarse entre sistemas de estrellas en cuestiГіn de dГas o semanas, no existГa otro mГ©todo de comunicaciГіn mГЎs rГЎpido. El poder que mantenГa esta Naturaleza fuerte en un gobierno centralizado no podГa mantenerse a nivel interestelar.
Hubo varios intentos para crear gobiernos interestelares; todos fracasaron miserablemente sin dejar rastro. Con tan pocas leyes entre los centenares de planetas que el hombre habitaba, el espacio interestelar permanecГa sin leyes y sin acuerdos adecuados entre sus sistemas. Cualquiera que pudiera viajar libremente de una estrella a otra podГa ponerse por encima de la ley de la gente comГєn.
Los miembros de la Sociedad eran los Гєnicos que podГan permitirse viajar libremente entre las estrellas. Con sus enormes fortunas personales, no tenГan otra cosa que hacer que viajar.
Aunque la mente humana estГЎ constantemente luchando para poseer ocio infinito, no puede aceptarlo cuando lo obtiene. Miembros de la Sociedad han de encontrar algo que hacer con su tiempo, antes de que terminen como fruta vieja. No puede ser trabajo o cualquier otra cosa que les recuerde a su pasado o a gente inferior, por lo que se decidieron por el alivio fГsico.
Un intrincado protocolo sale a la superficie. Para asegurarse que se siga, se idean numerosas excusas para que la gente se reГєna en bailes, fiestas y otras formas de entretenimiento social. Estas proporcionan una base para la esperanza del planeta, asГ como un cambio necesario en las compaГ±Гas y su atmГіsfera.
Pero todavГa mГЎs importante que las fiestas eran los juegos. Deportes elaborados y a menudo retorcidos eran creados para excitamiento, temas de conversaciГіn y modas para momentos competitivos de urgencia. Muchos de los juegos eran pruebas fГsicas, otros pruebas de agilidad mental, y el resto una combinaciГіn de ambos.
La culminaciГіn de todo era la BГєsqueda del Tesoro. Organizado cada veinte aГ±os para que los nervios de la gente no podГan mantenerse mГЎs a menudo o menos. Era tan importante que el interГ©s despertado no estaba limitado a los cГrculos de la Sociedad. Historias de pasadas BГєsquedas del Tesoro se vendГan en la selva de la prensa comГєn, y cuentos eran contados una vez y otra hasta convertirlas en leyendas. No habГa grandes premios para el ganador de la BГєsqueda, tan sГіlo una casi divinizaciГіn.
—Jardine Matthies
La necesidad de una Decadencia
Huntworld habГa sido establecido para servir a un solo propГіsito: la administraciГіn de la BГєsqueda del Tesoro. No habГa sino una ciudad, poblaciГіn humana de quince mil, en un planeta del mismo tamaГ±o que la Tierra. Era un enorme complejo de ordenadores, con siete mil personas y veinte mil robots. Otras ocho mil personas y cincuenta mil robots habitaban Huntworld, realizando servicios no directamente relacionados con la bГєsqueda del tesoro.
En un dГa tГpico podrГa haber sГіlo una o dos naves espaciales en la enorme extensiГіn del puerto espacial de Huntworld, algunas de las naves de exploraciГіn constantemente enviadas por toda la galaxia para proporcionar datos para las computadoras de Huntworld o quizГЎs gigantes, llegando con comida o Materiales y salir con ese espacio vacГo en sus bodegas, pues Huntworld no tenГa exportaciones.
Pero este no era un dГa tГpico. Esta fue la vГspera de la BГєsqueda del Tesoro, raison d'etre para todo el Huntworld. Y asГ el puerto espacial, normalmente un desierto artificial, era ahora una jungla de naves espaciales, con la nariz apuntando hacia el cielo, esperando ansiosamente la orden de maГ±ana que les enviarГa en su camino. AllГ estaba la Г‰galitГ©, por ejemplo, la nave del androide, con mil y un araГ±azos, de apenas diez metros de alto, que parecГa terriblemente superada por sus hermanos mayores. Y estaba el barco de Ambic Jusser, el Hermes, una aguja lisa y impaciente para partir hacia las estrellas, construido para la velocidad, de veintidГіs metros de su altura gritando estilo y elegancia. Y habГa otros tambiГ©n, casi doscientos de ellos empujados indistintamente por una confusa desesperaciГіn.
Pero incluso en este bosque de naves espaciales, Tyla no tenГa ningГєn problema para detectar el barco de su hermano. La Honey B se elevaba muy por encima del resto; Con sus treinta y siete metros de altura y sus trece metros de diГЎmetro en la base, fue de lejos el mayor yate espacial privado jamГЎs construido. Tres aletas enormes llegaban hacia abajo desde los lados de esta monstruosidad como raГces que succionaban el alimento del suelo. Un pГіrtico temporal estaba al lado del barco, alcanzando veinticinco metros hasta la escotilla principal.
Las lГЎgrimas de Tyla se habГan secado cuando llegГі al pГіrtico, dejГЎndola con una sensaciГіn de frustraciГіn vacГa. Ella entrГі en el tubo de gravedad y se sintiГі molesta por su lentitud al levantarla. Ella se cubriГі el rostro con un paГ±uelo, quitando todos los rastros de su reciente humillaciГіn.
Cuando finalmente llegГі a la cerradura, encontrГі la escotilla cerrada. MirГі a su alrededor para abrirla, pero perdiГі la paciencia. El timbre del zumbador no proporcionГі respuesta inmediata; golpeГі la placa cada vez mГЎs fervientemente, su cГіlera aumenta cada vez mГЎs. Por fin llegГі una voz por el intercomunicador.
“¿Quién es?”
“Tyla DeVrie. ¡Déjame entrar!”
La escotilla se abriГі lentamente. De pie en la puerta estaba el pequeГ±o Dru Awa-om-anoth, del equipo de la nave. TenГa apenas ciento cincuenta y cinco centГmetros de alto, y su masa de sesenta kilos le daba una apariencia repulsiva. TenГa un rostro redondo y pГЎlido, con ojos tristes y una expresiГіn tambiГ©n triste que nunca parecГa cambiar. Estaba vestida con el tГpico uniforme marrГіn que era la Гєnica cosa que Tyla habГa visto usar. El material normalmente liso parecГa arrugado, y colgado en ella como un saco.
“Quiero cantar mi canción de disculpa, señora.” dijo “Afuera estaba oscuro, y tu rostro no apareció bien en la pantalla”.
“¿Por qué tardaste tanto en contestar?” replicó Tyla.
“Yo estaba en mi cabina, cantando mi canción para la nueva aventura. No es bueno parar en medio de una Canción.”
“Me quedé aquà esperando cinco minutos.” Tyla hizo un esfuerzo consciente para permanecer enfadada, pero cualquier ira que quedaba en ella estaba siendo absorbida rápidamente por Dru.
“La escotilla se puede abrir desde el exterior, si se toma el tiempo para aprender el procedimiento. PodrГas haber utilizado la salida del ingeniero en la cola. Pero yo te cantarГ© mi CanciГіn de ApologГa dos veces.”
Tyla se retorciГі ligeramente. Simplemente no podГa retener su ira contra un bulto tan irresistible como Dru. “Eso no serГЎ necesario. ВїDГіnde estГЎ Bred?”
“En la sala alta con el capitán Kirre.”
Tyla atravesГі la escotilla y entrГі en la sala de estar. Estaba sintiendo una molestia de nuevo, pero aguantГі. “De acuerdo, puedes volver a tu cabina ahora. Puedo pilotar desde aquГ.”
Tyla observГі cГіmo Dru caminaba por la sala hasta el NГєcleo. Como casi todas las cГЎmaras a bordo de la Honey B, la sala de estar tenГa la forma de un sector de un cilindro de diez metros de diГЎmetro y un techo de cuatro metros de altura. Las paredes estaban cubiertas con papel tapiz de terciopelo en tonos verdes; "Retratos familiares" y faroles de gas imitaciГіn colgaban por todas partes. Se colocaron grandes alfombras orientales sobre el suelo de mГЎrmol incrustado. Los muebles parecГan antiguos, no porque los DeVrie no pudieran permitirse el lujo victoriano genuino, sino porque este mobiliario tendrГa que soportar varios giros de aceleraciГіn. HabГa un sofГЎ largo contra una pared y seis sillas sobrepuestas, espaciadas alrededor de la habitaciГіn, todas tapizadas en felpa verde pesada. En un rincГіn habГa una pequeГ±a espina y un reloj de abuelo de madera en otro.
Tyla permaneciГі sola en esta opulencia durante un largo minuto, tratando de decidir quГ© hacer. Si su tensiГіn aumentaba, ella sentГa que explotarГa. QuerГa ir a algГєn lugar y hacer algo, pero no habГa ningГєn sitio donde ir y nada que ella pudiera hacer. ApretГі y abriГі los puГ±os con frustraciГіn.
Finalmente tomГі una decisiГіn. Con paso firme, cruzГі la sala y entrГі en el NГєcleo, un tubo de dos metros de diГЎmetro que se extendГa prГЎcticamente a lo largo del centro de la nave.
En lugar de dirigirse hacia el Sector II, donde estaban las cabinas para dormir, Tyla usГі las agarraderas para subir hacia atrГЎs, “abajo”, ya que el barco estaba bajo el influjo de la gravedad. TardГі sГіlo un par de pasos para llegar al Sector V, el ГЃrea Especializada. Estaba de pie en la cornisa que corrГa alrededor de la pared del NГєcleo a este nivel. A su izquierda estaba la puerta marcada como “High Room”, la Гєnica cerrada en este nivel. Tyla frunciГі el ceГ±o. Esa habitaciГіn lucГa una cama grande y opulenta y la atmГіsfera interior estaba llena de euforia, dando a los ocupantes una sensaciГіn vertiginosa de bienestar para mejorar su hacer el amor. A pesar de que estaba insonorizada como todas las habitaciones a bordo de este barco, se imaginГі que podГa oГr los sonidos de la pasiГіn entre su hermano y el capitГЎn de su tripulaciГіn femenina.
Tyla caminГі alrededor de la cornisa hacia la Tumba. Se quitГі la peluca roja y verde con una mano, desenvolviГі su traje de su cuerpo con la otra y los colgГі en uno de los asideros junto a la puerta. Desnuda, cogiГі la mГЎscara de aire del Vientre de su clavija y la colocГі sobre su cara, para luego deslizar su cuerpo en la abertura tubular.
La maquinaria del Womb detectГі el calor de su cuerpo y respondiГі en consecuencia. Las paredes se derrumbaron suavemente alrededor de ella, encerrГЎndola toda ella en un suave abrazo. Beadlets de aceite aromГЎtico salieron con el sudor a travГ©s de la piel del vientre y se unieron por sГ solas. Millones de diminutos dedos mecГЎnicos cobraron vida y empezaron a trabajar, frotГЎndose, acariciando, acariciando y masajear cada centГmetro de su cuerpo en un suave y relajante movimiento. Tyla gimiГі y gimiГі de placer mientras el Womb hacГa su trabajo. Su mente se concentrГі Гєnicamente en su cuerpo mientras oleada tras oleada de sensualidad rodaba sobre ella.
***
Hubo un zumbido fuerte e insistente en el intercomunicador. Tyla luchó para salir de un laberinto de sueño para poder presionar la placa táctil. “¿Ummnh?” murmuró.
La voz de Bred saliГі alegremente del altavoz. “Buenos dГas, hermanita. Tienes un visitante.”
Su mano cayГі de nuevo a la cama con un fuerte golpe. “¿QuiГ©n es?” preguntГі, demasiado cansada para separar las sГlabas.
“Ven y mira por ti mismo. Estoy en la sala de estar.” Bred apagó el intercomunicador.
Tyla se incorporГі lentamente, todavГa no completamente despierta. Estaba desnuda, de vuelta en su propia cabina de dormir. Sus recuerdos despuГ©s de que el Womb comenzГі su trabajo eran borroso en el mejor de los casos. Ella sabГa que Womb sГіlo funcionarГa durante una hora, asГ que ella asumiГі que habГa salido despuГ©s de que terminГі y subiГі el NГєcleo a su cuartel. Su peluca y el vestido de plastiglo estaban cubiertos descuidadamente sobre uno de los anzuelos de la hamaca.
Se levantГі y se estirГі lo mejor que pudo en la cabina. Estando en el Sector II, cerca de la nariz del barco, los cubГculos no eran muy grandes. HabГa tres metros adelante a la parte trasera de la “altura”, y el “piso” y “techo” estaban ambos en el patrГіn trapezoidal a bordo del barco. Dentro de este volumen habГa un inodoro y un lavabo, una cama para el uso bajo condiciones de gravedad, ganchos para las hamacas 0G, una pantalla para visualizar holografГas, una pantalla para leer, y un pequeГ±o sistema incorporado de cajones para la ropa y efectos personales. No quedaba mucho espacio para vivir, pero estos lugares estaban destinados exclusivamente a dormir y a la privacidad personal; la vida se hacГa en las otras, mГЎs exГіticas, habitaciones.
Tyla se dirigiГі al lavabo y le dio un golpecito de agua en la cara para despertarse, murmurando maldiciones bajo su respiraciГіn contra su hermano y cualquier otra persona que pudiera jugar juegos de adivinaciГіn a una hora tan temprana de la maГ±ana. Luego mirГі el reloj de pared: faltaban cinco minutos para las diez, hora local. La bГєsqueda del tesoro comenzarГa en poco mГЎs de dos horas, y aquГ todavГa estaba durmiendo.
RГЎpidamente, ella metiГі la mano en un cajГіn y sacГі uno de sus uniformes espaciales. Todos los uniformes eran monos de una sola pieza que cubrГan el cuerpo desde el cuello hacia abajo, con botas y guantes incorporados. El uniforme era lo suficientemente suelto como para permitir que el cuerpo se moviera libremente en 0G, pero fue apretado por elГЎstico en las muГ±ecas, la cintura y tobillos para evitar que se inflara de aire de una manera incontrolable. Se sellГі el frente con una sola costura, y se transformГі fГЎcilmente en un traje espacial con la simple adiciГіn de tanques de aire y un casco.
Aunque el diseГ±o de los uniformes espaciales era estГЎndar en todo el espacio humano, los individuos tenГan sus propios colores. El patrГіn de la firma de Tyla, por ejemplo, era un Bracht original color pГєrpura real con las florituras finas de plata por todo el cuerpo y las vendas de plata para simular la joyerГa. Se deslizГі dentro de Г©l, luego pasГі un peine por su cabello que, despojado de la peluca roja y verde, era un pardo corto. DejГі su cabina y bajГі por el NГєcleo hasta la sala de estar dos niveles mГЎs abajo.
Al principio, la Гєnica persona que vio en la habitaciГіn fue su criada. Su hermano gemelo tambiГ©n estaba vestido con un uniforme espaciador, pero ahГ fue donde Г©l y la convenciГіn se separaron. El uniforme de Bred era de color negro brillante con reflejos de gris, en lugar de los colores brillantes que estaban de moda para los hombres. Bred dejГі que sus cabellos crecieran naturalmente, sin la parte central afeitada; Era de color marrГіn, de longitud media, y tenГa una tendencia a rizarse de manera inesperada debajo de su frente. Los cabellos estaban de moda, pero la barba de Bred era completa. No llevaba joyas. En una Г©poca en que la micro cirugГa Гіptica corregГa fГЎcilmente la visiГіn defectuosa, los ojos de Bred miraban owlishly detrГЎs de las lentes marrones marrones. HabГa visto a un par en un holograma histГіrico y se sentГa atraГdo por su decadencia. Su cuerpo y rasgos eran lo suficientemente redondeados como para hacerle mimoso sin ser gordo. Las comisuras de su boca se hincharon cuando Г©l sonriГі, que era a menudo.
Ahora estaba sonriendo mientras veГa a su hermana entrar en la sala de estar. NotГі que ella estaba haciendo su paseo de la soy-una-perra-de-sangre-frГa, pero incluso eso y el equipo espaciador suelto no podГa disimular su extraordinaria belleza.
“Espero no haberte despertado” dijo él con agrado.
Tyla estaba de mal humor esta maГ±ana, no de la manera en que habГa salido la noche anterior, llena de alegrГa ante la perspectiva de conquistar el mundo social una vez mГЎs. Bred se preguntГі quГ© habГa sucedido para terminar de aquella forma.
“De todas formas tendrГas que levantarte un rato” dijo Г©l encogiГ©ndose de hombros.
“Eso no lo hace mГЎs agradable. ВїQuiГ©n es ese visitante que dijiste que yo tenГa?”
Bred sacudiГі un pulgar para indicar un robot parado junto al largo sofГЎ. Era un durasteel ovoide pulido de no mГЎs de un metro de altura, con una parrilla que servГa de boca y numerosos miembros retrГЎctiles. El ovoide estaba apoyado sobre tres patas de ruedas cortas que le permitГan moverse libremente en cualquier direcciГіn.
“¿Qué es eso?” preguntó Tyla con recelo.
“Yo, seГ±orita” dijo el robot “soy el ГЃrbitro asignado a la BГєsqueda del Tesoro, de acuerdo con el ArtГculo VII, SecciГіn 4 de las Reglas del Tesoro. Mi nГєmero de serie es J17-H12C5. Tengo la lista de artГculos que el participante debe adquirir durante la bГєsqueda del tesoro, como se estipula en los artГculos VIII y IX, y yo soy el Гєnico juez de si cada artГculo se ha obtenido con Г©xito, segГєn el artГculo X, secciones 20 a 25. Yo tambiГ©n soy el ГЃrbitro oficial de las Reglas de la BГєsqueda y autoridad final sobre cualquier asunto que le concierna, de conformidad con el ArtГculo XII, secciones 1 a 3.”
“En otras palabras” dijo Bred interrumpiéndole “es el aguafiestas oficial.”
“Como parte de mis deberes” prosiguiГі el robot “el ArtГculo VII, SecciГіn 23 me obliga a resumir, antes del despegue, las Reglas de la BГєsqueda a todo el partido que asista al Entrante oficial. ВїEstГЎ todo el grupo ahora reunido?”
“Aún no” respondió Bred.
Tyla miró a su alrededor, sorprendida. “Debemos despegar en dos horas. ¿Donde está todo el mundo?”
“Eso” dijo una voz severa del NГєcleo “es algo que me gustarГa saber tambiГ©n.”
El capitГЎn Luuj Kirre entrГі en la sala. El capitГЎn Kirre era una mujer negra alta, bien proporcionada, con un corte corto natural y una escoba para una columna vertebral. Su postura era aterradora y su uniforme metГЎlico de oro con su insignia negra de capitanГa y el escudo negro y plateado de DeVrie exhibido prominentemente sobre el pecho izquierdo, se apretaba tan a fondo que a veces crecГa cuando caminaba. Su rostro era redondeado y sensualmente hermoso, pero el efecto estaba marcado por ojos ardientes y una mГЎscara de cГіlera justa.
“Tranquila, Luuj” le dijo Bred con una sonrisa “llegarán a tiempo. Siempre lo hacen.”
“Claro” dijo el capitГЎn, resoplando. Y sin duda con las mismas dГ©biles excusas que siempre tienen. Maestro DeVrie, se tomГі la molestia de contratar a mujeres sumamente competentes. SГ© que podrГa moldearlos en una eficiente tripulaciГіn de vuelo si solo me permitierais establecer la disciplina apropiada.”
Bred la observaba con interГ©s. Nunca dejГі de fascinarle cГіmo una mujer tan apasionada, tierna e insegura de sГ misma en privado como Luuj Kirre podГa ser tan dura como durasteel cuando habГa una audiencia. En la cama, era una criatura de emociones; una vez, incluso la habГa visto llorar. Pero en su uniforme, no habГa rastro de esa hembra humana. Supongo pensГі que todos tenemos nuestros rostros pГєblicos, para ocultar las debilidades que creemos tener dentro. Si sГіlo nos enteramos de que esas “debilidades” son a menudo nuestras fortalezas.
“El espacio no lo permite” dijo en voz alta “Ya eres bastante eficiente para toda la pandilla de ellos. Me temo que una persona eficiente a bordo del nave es todo lo que puedo tomar.”
“Dru está a bordo” Tyla se ofreció “Me dejó entrar anoche.”
“SГ, y la vi hace un rato” dijo Bred, intentando calmar la ira de su capitГЎn. “Ella estaba sentada en la sala de grabaciГіn como de costumbre, componiendo sus canciones.”
“No esperaba ningГєn problema con ella” dijo el capitГЎn Kirre “Ella es la mГЎs confiable de la suerte. SГіlo desearГa que los otros tres fueran tan conscientes como ella.”
“Hacen su trabajo lo suficientemente bien” dijo Bred. Pero se está haciendo tarde. Me pregunto qué les ha pasado.
El timbre de la compuerta sonó antes de que terminara de hablar. De pie cerca de la pared, miraron la pantalla pero no reconocieron la cara del visitante. Presionó la placa táctil del intercomunicador. “¿Quién es?”
“PolicГa.”
“Tal vez no deberГa haber preguntado” murmurГі para sГ. GolpeГі otra vez la placa tГЎctil y abriГі la escotilla exterior para admitir a los visitantes.
Un pequeГ±o desfile entrГі en la Honey B. ComenzГі con un oficial de policГa humano, que parecГa bastante importante con su uniforme azul ajustado con botones de plata. TerminГі con dos robots patrulleros, mГЎquinas robustas de dos metros de altura y por lo menos ciento cincuenta kilos cada uno. En el medio, parecГan desaliГ±ados pero no arrepentidos, eran dos de las tripulantes desaparecidas.
Sora Benning, la astrГіloga de la Honey B, era una pelirroja alta y musculosa, con ojos verdes y casuales, y una mirada de tal seguridad que se llamarГa arrogante si no fuera tan relajada. Bajo su rostro, su cuerpo era casi infantil, un conglomerado de lГneas rectas donde debГan haber curvas. Pero lo que podrГa haber sido gawkiness fue desmentido por la gracia natural de sus movimientos. Ella nunca caminaba, fluГa.
Nezla Lustik, el ingeniero, era el extremo opuesto, una explosiГіn en miniatura en el disfraz femenino. Ella era una cabeza mГЎs corta que Sora y construida en una escala gruesa. TenГa el pelo marrГіn, la cara redonda, y su cuerpo, bien dotado de atributos, era exuberante pero no suave. Era tan robusta como un robot de construcciГіn, y sus movimientos eran enГ©rgicos; Ella agarrГі la vida con ambas manos y seguГa volviendo para mГЎs.
“¿Estas dos mujeres pertenecen a tu tripulaciГіn?” le preguntГі el policГa humano a Bred.
“No conozco a nadie más que los tenga” admitió Bred “¿Cuál es el cargo? O, conociéndolos, ¿debo decir «cargos»?”
El policГa sacГі una lista de su bolsillo y comenzГі a leer. “Conducta inmoral, lenguaje obsceno, pelea en un lugar pГєblico, perturbando la paz, resistiendo a la detenciГіn, golpeando a un oficial...”
“¿Todos los delitos menores, supongo?” le interrumpió Bred.
“Sà señor.”
“Y supongo que si se pagaran sus multas, ВїestarГan libres para irse?”
El policГa se agitГі. “Bueno, no queremos interferir indebidamente con la BГєsqueda, y viendo que es usted el que estГЎ involucrado, Maestro DeVrie, lo dejaremos ir con una multa esta vez.
Bred ya habГa extendido el pulgar hacia el policГa. El hombre sacГі su escГЎner y lo sostuvo para leer el chip. Hubo un par de clics y un zumbido, luego una luz verde se iluminГі.
“Gracias, maese DeVrie” dijo el policГa “Voy a liberar a estos dos en su custodia, pero tienes que prometer que no causarГЎ mГЎs problemas en Huntworld.”
“Estamos despegando en dos horas” le aseguró Bred. Estarán demasiado ocupados para molestar a nadie más que a mi capitán.
El policГa asintiГі bruscamente, y Г©l y los dos robots se fueron.
Incluso antes de que la escotilla se cerrara, Sora Benning se dirigiГі a una de las sillas acolchadas, se sentГі en ella con las piernas extendidas y cerrГі los ojos. Esto dejГі a Nezla solo, rodeado por una audiencia cuestionada. El ingeniero mirГі a su alrededor. La expresiГіn de Tyla era de impaciencia, de ira ferviente del capitГЎn Kirre. Bred le dio una sonrisa que era imparcial en el mejor de los casos.
“No fue culpa nuestra” dijo Nezla antes de que nadie pudiera hablar “Estábamos sentados en ese bar, pensando en nuestro propio negocio, teniendo un par de copas...”
“Estabas tomando un par de copas” sonó la voz de Sora desde la silla. El astronauta ni siquiera se molestó en abrir los ojos. “Estaba durmiendo.”
“SГ. Bueno, de todos modos, estГЎbamos sentados tranquilamente cuando este vigolero de aspecto maligno vino a nuestra mesa, me dio una palmada en la espalda y tratГі de pelear libremente. Ahora sabes que disfruto de la baterГa tanto como el siguiente, pero fue el momento equivocado del ciclo, asГ que le dije que no, gracias...”
“Le dijiste que se ocupara de su propio negocio, ese de tanto éxito” Sora interrumpió de nuevo.
“CreГa que dijiste que estabas dormida” se quejГі Nezla.
Sora abrió su ojo izquierdo. “Pero yo no soy sorda” dijo. El ojo se cerró otra vez.
Bueno, de todos modos, el vagabundo no aceptarГa un no como respuesta. EmpezГі a ponerse mГЎs nervioso, probablemente pensГі que cualquier mujer de un bar es una puta, Вїverdad?
“Finalmente, tuve que golpearlo para defender mi honor.”
“En realidad, para defender su reputaciГіn. Dijo que eras un frГgido...”
“No importa lo que dijo” continuó Nezla rápidamente “De todos modos, lo derribé. Entonces un amigo suyo vino y empezó a insultarlo, asà que tuve que golpearlo, también. El primer tipo se levantó de nuevo y me cobró, pero él extrañó.”
“Tropecé con él” interrumpió Sora “y se estrelló contra otros dos tirones en el bar. Entonces empezó la pelea. Debe haber habido cuarenta o cincuenta de los que han venido a nosotros...”
“De diecisiete.”
“¡ESPERA!” gritГі el capitГЎn Kirre “Ya no me importa como demonios hicisteis vosotros dos para llegar donde habГ©is llegado. Ambos os merecГ©is una multa. Durante el tiempo libre disponible fregarГЎs abajo del sector III, y esperarГ© ver cada centГmetro cuadrado de durasteel que brille limpio. ВїEstГЎ entendido?”
“Pero capitán...” Nezla empezó a protestar.
“No hay apelación de esa decisión” dijo Luuj.
Nezla mirГі a Bred, pero Г©l solo sonriГі suavemente, se encogiГі de hombros y extendiГі las manos ligeramente. El capitГЎn le lanzГі una mirada de agradecimiento.
“Vosotros dos deberГais cambiar vuestros uniformes” les dijo Bred “Pronto saldremos.
Sora se levantГі de la silla y saliГі de la silla mientras los dos delincuentes salГan de la sala para subir a sus camarotes.
“Bueno, ahora sabemos dГіnde estaban esos dos” dijo Luuj con un resoplido “Pero todavГa no hay seГ±ales del doctor Curdyn.”
“¿Oà a alguien que tome mi nombre en vano?” sonó una alegre voz de contralto desde el Núcleo, y el médico del barco entró en la sala de estar.
Vini Curdyn era una rubia de fresa con ojos azules y una nariz delicada, a mitad de camino en altura y forma entre Sora y Nezla. Ella llevaba su uniforme, azul pГЎlido con tiras transparentes en lugares interesantes y un caduceo rojo y blanco sobre el pecho izquierdo. Su caminata tenГa un aire chulo cuando cruzГі la habitaciГіn.
“¿Cuándo subiste a bordo?” preguntó Luuj.
“Oh, hace unos cinco minutos. Me cambié mi uniforme, Capitán, por eso he llegado tarde.”
“Me llamarГЎs por mi tГtulo completo, doctor Curdyn. ВїY cГіmo llegaste a bordo sin pasar aquГ?”
“DejГ© la escalera de emergencia cuando salГ anoche", dijo Vini “Me imaginГ© que tendrГa que regresar a la nave con mucha prisa.”
“Está prohibido usar esa escalera excepto en caso de emergencias.” El capitán Kirre se puso furioso.
“Asà es, Capitán. Depende de lo que llamas una emergencia, ¿no?”
“¿Cómo se llama una emergencia, doctor?”
“Dos perdedores que me persiguen por los callejones con armas cargadas. Pero no te preocupes, los perdà antes de volver.”
Luuj Kirre levantГі las manos, se volviГі para mirar a Bred por un momento, y luego se alejГі airadamente de la habitaciГіn. “Ve a buscar a Dru y dile que venga aquГ” dijo Bred despuГ©s de ella. El capitГЎn dio un breve golpe mientras desapareciГі en el NГєcleo.
Bred se volviГі hacia el mГ©dico. “Realmente no deberГas hacerle eso a ella, Vini. Socavar su autoridad la hace muy infeliz.”
“Lo siento, jefe. Las palabras de Vini podrГan haber sido disculpas”.
“He sido una niña muy mala. Supongo que tendrás que despedirme ahora, ¿verdad?”
“¿QuГ© harГas si lo hiciera?”
“Pues, podrГa haber sido un cГ©lebre cirujano cerebral si no te hubiera dejado convencerme de firmar a bordo de esta casa de locos. AГєn tengo tiempo de aprender a hacer lobotomГas con agujas antes de que la senescencia me llegue.”
“Lo siento, Vini” respondiГі Bred, sonriendo “No esta vez. PodrГamos necesitar un mГ©dico en este crucero.”
Ella se encogió de hombros y se dejó caer en una silla. “Bueno, no puedo matar a una chica por intentarlo. ¿Por qué estamos aqu� ¿No se supone que debemos despegar pronto?”
“Esta cosa aquГ” Bred indicГі el ГЃrbitro “quiere darnos una conferencia sobre la BГєsqueda del Tesoro antes de irnos. Se supone que todos debemos reunirnos y escuchar.”
El capitГЎn Kirre regresГі a la sala de estar, mirando a Vini. DetrГЎs de ella vino Dru Awa-om-anoth mirando, como siempre, como un cachorro maltratado. Unos momentos despuГ©s, Sora y Nezla reaparecieron en uniforme. La de Sora, a diferencia del uniforme espaciador ordinario, era tensa, acentuando su angularidad. Era de color rojo brillante con una franja blanca que subГa por cada lado desde el pecho hasta el hombro. Una delgada lГnea blanca rodeГі su cuello y se convirtiГі en un par de flechas blancas apuntando desde ambos lados hasta la parte superior de su costura frontal. El uniforme de Nezla era de color azul oscuro en el lado izquierdo y de color verde brillante a la derecha, con un diseГ±o de conexiГіn verde y azul en la costura.
“De acuerdo, ГЎrbitro” dijo Bred “La pandilla estГЎ aquГ. ExplГcanos el plan.”
“La bГєsqueda del tesoro” prosiguiГі el robot con voz metГЎlica “es un concurso que se celebra una vez cada veinte aГ±os, tal como se describe en el artГculo III de las Reglas completas, una copia de la cual se le entregГі al aceptar su solicitud de inscripciГіn ya la que yo Puede referirse de vez en cuando. EstГЎ abierto a cualquier criatura sensitiva masculina que pueda pagar el derecho de entrada requerido, segГєn lo establecido en el ArtГculo V, SecciГіn 2, PГЎrrafo 1b, 1c, y 1f.
“A cada Participante se le asigna un Arbitro RobГіtico de acuerdo con la SecciГіn 4 del ArtГculo VII. Cada ГЃrbitro lleva dentro una lista de objetos o experiencias que el Participante debe obtener durante el curso de la BГєsqueda, como se explica en los ArtГculos VIII y IX, inclusive. Estas listas se asignan a los participantes al azar, de conformidad con el ArtГculo IX, SecciГіn 4. No hay dos listas idГ©nticas como se detalla en el ArtГculo IX, SecciГіn 6, pero el anГЎlisis por computadora segГєn el ArtГculo IX, Secciones 8 y 9, ha determinado que todas las listas son de Igual dificultad.
Cada lista puede contener entre cinco y diez artГculos, segГєn lo dispuesto en el ArtГculo IX, SecciГіn 7, que el concursante debe obtener por cualquier medio que pueda, haga referencia al ArtГculo X, Secciones 1 a 17.
Los artГculos son revelados al concursante segГєn lo provisto en la SecciГіn 1 del ArtГculo XI, y el punto siguiente no se revela hasta que el concursante haya obtenido todos los objetos anteriores segГєn lo establecido en el ArtГculo XI, Secciones 3 a 5, o renunciГі al derecho de enumerarlos como obtenido de conformidad con lo dispuesto en el ArtГculo XI, SecciГіn 6.
ArtГculo XV, SecciГіn 5 establece que no es obligatorio obtener todos los artГculos para ganar; El ganador de la BГєsqueda del Tesoro, como se explica en el ArtГculo XV, Secciones 1 a 3, es el primer concursante que aterriza en Huntworld con mГЎs artГculos obtenidos que cualquier otra persona. El artГculo VII, secciГіn 8, requiere que yo seГ±ale, sin embargo, que de las siete BГєsquedas anteriores que se han corrido, solamente el primero fue ganado sin poseer todos los artГculos en la lista.
El participante oficial puede recibir asistencia de cualquier persona que elija durante la cacerГa de conformidad con el artГculo X, secciones 14 y 15, pero Г©l mismo debe participar en la recolecciГіn de objetos como se estipula en el artГculo X, secciones 1 y 2. Cualquier pregunta acerca de los procedimientos ha de ser referido a mГ; Como ГЃrbitro, soy el Гєnico ГЎrbitro y autoridad final sobre todos los asuntos relacionados con la BГєsqueda del Limpiador, como se explica en el ArtГculo XII, Secciones 1 a 3. Cualquier intento de perpetrar fraude le descalificarГЎ de la BГєsqueda, segГєn el ArtГculo XIII, Secciones 1 A travГ©s de 82. Cualquier intento de alterar fГsicamente mis circuitos me harГЎ explotar, y le descalificarГЎ de la BГєsqueda, como se estipula en el artГculo XIII, secciones 83 a 102. ВїHay alguna pregunta?”
“Me siento plenamente articulada” murmuró Vini en voz baja.
“¿CuГЎl es el primer artГculo de nuestra lista?” preguntГі Tyla al ГЎrbitro.
“El ArtГculo IX, SecciГіn 11 me prohГbe revelar esa informaciГіn hasta despuГ©s del Gran Desalojo, cuando todos los naves de los participantes estГЎn en Гіrbita alrededor de Huntworld”.
Nezla mirГі el reloj de abuelo tallado de madera real.
“¡Eso es sólo una hora a partir de ahora!”
“Una hora, once minutos y cuarenta y tres segundos, para ser más preciso” convino el Árbitro.
Luuj Kirre se puso de pie, jurando. “Y hemos estado escuchando una máquina mientras hay trabajo por hacer. Astrogator Benning y Computech Awa-om-anoth, comienzan los cálculos inmediatamente para un curso a la órbita requerida. Ingeniero Lustik, espero que su comprobación preliminar se complete en cuarenta y cinco minutos.”
“¿Quieres decir que tengo que revisar la nave en tan sólo cuarenta y cinco minutos?” gritó Nezla “¡No se puede hacer!”
“El ingeniero jefe Erin, a bordo del Explorador, completó una comprobación completa en treinta y siete minutos “comentó Sora mientras se levantaba fácilmente de su silla”.
“Y el Explorador era diez veces el tamaño de la Honey B.”
Los comentarios de Nezla sobre las cosas interesantes que Sora podГa hacer con su precioso Explorador se perdieron cuando el ingeniero subiГі al NГєcleo hasta el Sector VI para comenzar su trabajo.
***
HabГa cuatro sofГЎs de aceleraciГіn delante de la consola principal en la cabina de control de la Honey B. En la extrema izquierda, frente a la consola, se sentГі Dru Awa-om-anoth, el tГ©cnico. Aunque el Honey B tenГa varias computadoras pequeГ±as para manejar el almacenamiento de datos y las funciones y el mantenimiento de las naves de rutina, no requerГa una para los cГЎlculos astrogacionales. Dru era lo que se llamaba una “persona dotada”; Aunque su mente era perfectamente normal en la mayorГa de los aspectos, tenГa la capacidad singular de realizar cualquier funciГіn matemГЎtica en su cabeza y salir con la respuesta correcta en cuestiГіn de segundos. Una computadora humana, tal vez no tan rГЎpido como una mГЎquina, pero la divisiГіn de segundo momento no era necesario a bordo de la Honey B.
Junto a ella estaba Sora Benning, la astrogadora. Hablaba en voz baja, rГЎpida pero sin prisas. LeyГі las ecuaciones de Dru, para luego suministrar los parГЎmetros para esta Гіrbita en particular. DespuГ©s de un segundo, Dru le devolviГі la respuesta, y Sora alimentГі los nГєmeros en el panel de astrogaciГіn. Los dos habГan pasado muchas horas practicando y refinando este procedimiento hasta ahora era totalmente mecГЎnico.
En el extremo derecho de la consola estaba Nezla Lustik, el ingeniero. Su tablero midiГі la operaciГіn de la mirГada de sistemas, mecГЎnicos y elГ©ctricos, que hicieron de la Honey B una unidad funcional. Durante los momentos crГticos de las operaciones de vuelo, era su trabajo asegurarse de que todos los sistemas respondieran a los controles precisamente como se pretendГa, y si no lo hacГan, era su trabajo corregirlos o compensarlos sin abandonar su asiento.
Entre Sora y Nezla estaba Luuj Kirre. El capitГЎn tocaba la consola de control como un mГєsico en un teclado, coordinando todos los parГЎmetros orbitales de datos del astrogador y la informaciГіn de funcionamiento del nave del ingeniero, asГ que la Honey B volГі.
DetrГЎs de los cuatro asientos de aceleraciГіn para la tripulaciГіn de Operaciones de Vuelo habГa otros cinco asientos, aunque sГіlo cuatro estaban actualmente en uso. Bred descansaba cГіmodamente en el sillГіn central, sГіlo medio observaba el rendimiento de su tripulaciГіn. Lo habГa visto antes. A su izquierda estaba Vini Curdyn; el mГ©dico no tomГі parte en el funcionamiento real de la nave y por lo tanto fue relegado a un asiento de pasajeros en el Sector de Control. Tyla estaba sentada a la derecha de Bred, mordiГ©ndose los labios con anticipaciГіn nerviosa. A su derecha, el ГЃrbitro estaba atado con torpeza en uno de los sofГЎs, aunque no requerГa protecciГіn de la aceleraciГіn del despegue.
La habitaciГіn en sГ era una obra maestra tecnolГіgica. El Sector de Control estaba situado en la nariz del nave, donde se estrechГі en un punto de bala. Las ventanas eran poco prГЎcticas para un nave espacial, por lo que Bred se habГa conformado con lo siguiente. Toda la pared interior, excepto la consola de control, era una enorme pantalla trivial. Tres docenas de diminutas cГЎmaras alrededor del casco retransmitieron imГЎgenes de los alrededores de la nave que se superponГan en esta pantalla. El efecto fue que no habГa paredes en absoluto, como si los sofГЎs de aceleraciГіn estuvieran al aire libre, desprotegidos por el grueso casco de durasteel. En las profundidades del espacio el efecto era impresionante; ahora, sin embargo, con la Honey B todavГa sentado en el puerto espacial de Huntworld, la Гєnica vista visible era kilГіmetro tras kilГіmetro de naves espaciales esperando que la seГ±al estuviera en su camino.
El Grand Liftoff fue un evento secuenciado. Como ganador de la BГєsqueda del Tesoro anterior, a Ambic Jusser se le habГa dado el honor ceremonial de ser el primero en despegar. Los DeVrie, debido a las proezas de su familia durante mucho tiempo en la BГєsqueda, habГan sido asignados el segundo punto de despegue. El orden exacto no tenГa nada que ver con la carrera, ya que a ninguno de los concursantes se les contarГa su primer objeto hasta que todos los barcos hubieran llegado a la Гіrbita. Pero tener todas las naves de despegue al mismo tiempo serГa catastrГіfico por lo que, en una Sociedad llena de locos, el Grand Liftoff fue la soluciГіn perfecta.
Quince minutos antes de que comenzara el despegue, los agudos ojos de Vini descubrieron algo en la pantalla.
“Mira eso.”
Bred y Tyla siguiГі su mirada. Treinta y cinco metros mГЎs abajo, una figura solitaria corrГa entre las elegantes formas de las naves. Se estaba acercando a la Honey B, y cuando se acercГі vio que llevaba algo. Estaba agitando y gritando, pero los micrГіfonos del intercomunicador no eran lo suficientemente sensibles como para dejar que la gente que estaba dentro oyera lo que estaba diciendo.
“No sé quién es” prosiguió Vini con su ronco sarcástico “pero obviamente tiene impulsos suicidas. Si está ahà afuera cuando comience el despegue, lo cocinarán con vida.
“Parece que está tratando de decirnos algo” observó Bred “¿Alguien sabe quién es?”
Tyla frunciГі el ceГ±o y apartГі la mirada. “SГ” dijo ella con desgana “Es un androide que ha logrado entrar en la BГєsqueda. Johnathan R, creo que se llama.”
“¿Qué es lo que quiere de nosotros, me pregunto?” pensó Vini.
El androide habГa alcanzado el pГіrtico al lado de la Honey B y habГa comenzado el ascenso por el gravtube. “Lo averiguaremos dentro de un minuto” dijo Bred. EmpezГі a desabrocharse. SerГЎ mejor que vaya allГ para dejarlo entrar.
“Estás loca” exclamó Tyla “hay menos de quince minutos antes del despegue.”
“Bueno, si el Maestro R puede arriesgar su vida corriendo por el campo en un momento como este, lo menos que puedo hacer es averiguar lo que él piensa que es tan importante.”
Bred abriГі la puerta en la parte trasera de la cabina y bajГі el NГєcleo de la sala.
LlegГі casi simultГЎneamente con el zumbido en la esclusa. Abriendo la escotilla exterior, mirГі al visitante. El androide tambiГ©n estaba en un uniforme espaciador, gris claro y remendado en varios lugares. De aspecto descuidado, pero suficientemente agradable, pensГі Bred. Pero desde cuГЎndo han comenzado a cuidar cГіmo se ve un androide?
“Hola” dijo en voz alta “¿A qué le debo el honor de esta visita?”
В·Tengo algo que darle a la seГ±ora DeVrie” balbuceГі el androide. ParecГa incГіmodo, moviendo nerviosamente su peso de pies a pies.
“Ella está ocupada en este momento, preparándose para el despegue. Soy su hermano. Si me das lo que sea, se lo daré.”
El androide vacilГі un momento, y extendiГі un ramo de flores. Eran reales, tambiГ©n; Los criados podГan distinguir por la sutileza de su aroma. “Estos son para ella” dijo Johnathan como una disculpa. “Dile que siento las cosas que salieron anoche. No tenГa ningГєn deseo de insultarla o herir sus sentimientos. Es sГіlo que a veces me siento un poco excesivo.”
Bred tomГі el ramo. El androide se volviГі abruptamente y volviГі a bajar por el gravtube. Bred mirГі con asombro las flores durante varios segundos, luego volviГі a subir el NГєcleo al Sector de Control.
“Bueno, ¿de qué se trata?” preguntó Vini en el momento en que asomó la cabeza a la habitación.
“Vino a entregar algo” respondiГі Bred. LanzГі el ramo ligeramente en el regazo de su hermana. “AquГ. Estos son para ti.”
Tyla reaccionó como si le hubiera lanzado una lata abierta de cucarachas de Dijenese. “No quiero nada de esa criatura.”
“¿Por quГ© no? Las flores verdaderas son duras de venir por estos dГas.”
“¿Por quГ© un androide te traerГa flores?” preguntГі Vini, despertando su perversa sensaciГіn de curiosidad.
El rostro de Tyla se puso rojo. Se quitó las flores con brusquedad de su regazo y cayeron sobre la pared trasera de la cabaña. “¿Cómo voy a saber por qué un andà hace cosas?”
“Dijo que eran una disculpa” aГ±adiГі Bred, mГЎs para alimentar el fuego de Vini que para edificar a su hermana. “No querГa insultarte ni herir tus sentimientos.”
“¿Qué pasó entre tú y ese androide?” preguntó Vini a Tyla.
Tyla querГa derretirse por el suelo. “Nada. Nada. ВЎNADA!”
Hasta ese momento, los cuatro oficiales de Operaciones de Vuelo habГan ignorado las cosas que se sucedГan detrГЎs de ellos, concentrГЎndose en el negocio de dirigir la nave. Ahora, sin embargo, la perturbaciГіn estaba fuera de control. El capitГЎn Kirre se volviГі para mirar a los pasajeros. “Espero tener silencio durante la rutina pre-despeje”.
“También” dijo “Bred continuó sin piedad, que estaba arrepentido por la forma en que las cosas resultaron. A veces se pone un poco exagerado.”
“¿Qué te hizo?” Vini estaba completamente enganchado ahora.
Tyla estaba, por esta vez, más allá del normal rubor. El capitán Kirre acudió inadvertidamente a su rescate gritando: “¡Quieta!”
Toda la actividad en la habitación se detuvo. Luuj miró fijamente a los alborotadores por un momento, luego dijo: “Maestra DeVrie, no puedo pilotar esta nave con tales distracciones. Si quieres despegar a la hora, tendrás que estar callada mientras se llevan a cabo las operaciones de vuelo.”
“Lo siento, Luuj” Bred se disculpó mientras se atascaba una vez más. “Eres el jefe” Dio una rápida mirada a su izquierda. Vini estaba burbujeando con curiosidad apenas contenida. Él sonrió.
Al otro lado, pudo ver a Johnathan R volviendo a su propio barco maltratado, alcanzГЎndolo y subiendo dentro de unos minutos antes de que comenzara el Gran Despegue. Bred sacudiГі levemente la cabeza ante el gesto melodramГЎtico del androide.
LlegГі el momento para el Grand Despegue. A medio kilГіmetro de distancia, el barco de Jusser, pequeГ±o y elegante y construido para la velocidad, se elevГі suavemente en el aire. No habГa nubes de llamas, ningГєn rugido poderoso, ninguna vibraciГіn tumultuosa que sacudiera el suelo. En cambio, los motores graviticos parecГan levantar el nave de dardos sin esfuerzo hacia el cielo.
La serenidad de la escena era sГіlo un efecto visual. Si el ojo humano pudiera detectar la radiaciГіn de las partes mГЎs extremas del espectro electromagnГ©tico, los espectadores habrГan presenciado una escena de violencia incalculable. Una interacciГіn increГble de las fuerzas gravitacionales, magnГ©ticas y elГ©ctricas estaba teniendo lugar dentro del retrolavado de Hermes. Cualquier criatura viva atrapada en ese campo se quemarГa en cuestiГіn de segundos. Cualquier dispositivo mecГЎnico cortocircuitarГa o derretirГa. Muchas eran las historias de personas y mГЎquinas accidentalmente atrapadas en un remanso de nave espacial, y todos estaban lejos de ser agradables.
Le tomГі dos minutos a los Hermes desvanecerse en el cielo azul. Entonces fue el turno de la Honey B. El capitГЎn Kirre tocГі un interruptor y los generadores de anti gravedad tararearon silenciosamente. Por una extraГ±a paradoja de la fГsica, era necesario construir una gravedad artificial de 2G dentro de la nave para generar un campo antigravitacional fuera. Los ocupantes de la cabina se apretaron mГЎs profundamente en sus sofГЎs. Cuando Nezla anunciГі que el campo interno se habГa acumulado lo suficiente, Luuj tocГі otro interruptor. El suelo afuera cayГі suavemente mientras el azul del cielo se profundizaba gradualmente. Las mujeres de Operaciones de Vuelo mantenГan sus ojos pegados a sus consolas; No podГan permitirse el lujo de ser hipnotizados por el panorama cambiante mientras todavГa habГa trabajo por hacer. Sora, supervisando su junta directiva, al fin anunciГі que su Гіrbita habГa sido establecida. El capitГЎn Kirre cortГі la unidad. Nezla, vigilando el equipo, confirmГі un instante despuГ©s que la unidad externa habГa cortado, y ahora era posible quitar el campo de artigrav. Luuj volviГі a tocar el interruptor, cortando el campo en el interior excepto por aquellas porciones de la nave que estaban permanentemente inventadas.
El cambio fue abrupto. Un segundo, los pasajeros de la Honey B fueron presionados por una aceleraciГіn de 2G, y la siguiente, estaban completamente sin peso. Los resortes en los asientos de aceleraciГіn ejercieron un ligero empujГіn hacia delante, y todos se movieron hacia delante contra sus correas.
Ahora que estaban en el espacio y las operaciones de vuelo habГan cesado, Vini ya no podГa contener su curiosidad. “¿QuГ© pasГі entre tГє y ese androide?” preguntГі Tyla.
Con lГЎgrimas en los ojos, Tyla buscГі con las correas que la sostenГan en el sofГЎ. “¡DГ©jeme en paz!” gritГі ella. Se levantГі de su sofГЎ y se echГі a borbotones alrededor de la habitaciГіn mientras la caГda libre la exageraba cada intento salvaje de enderezarse. Las paredes del planetario hacГan que fuera demasiado fГЎcil creer que ella podrГa desviarse para siempre en ese vacГo, y ella entrГі en pГЎnico. MГЎs por accidente que el diseГ±o, su mano golpeГі la placa de contacto de la puerta. Resoplando locamente, nadГі hacia atrГЎs hasta su camarote.
Vini parecГa perpleja ante los rostros de sus compaГ±eras. “¿Fue algo que dije?”
TomГі casi cuatro horas completar el Gran Despegue, con Johnathan R naturalmente siendo el Гєltimo barco a despegar. Pero eventualmente, tambiГ©n, llegГі a una Гіrbita alrededor de Huntworld, y todos los participantes se dirigieron a sus respectivos ГЃrbitros para escuchar cuГЎl serГa el primer elemento en sus listas.
Tyla no habГa regresado al Sector de Control, y Bred estaba empezando a preocuparse. Esa relaciГіn con el androide debe haberla herido profundamente, pensГі. Esta cacerГa significa mucho para ella, y ella no solГa perderse un momento como este.
El ГЎrbitro, que habГa pasado por todo el procedimiento del Grand Liftoff sentado plГЎcidamente en su mal ajustado sofГЎ de aceleraciГіn, de repente comenzГі a hacer clic. “Por el ArtГculo IX, SecciГіn 12, ahora estoy facultado para revelar las coordenadas de su primer destino.”
Sora tenГa un lГЎpiz listo en la mano. “Vete” dijo ella.
“1,021; 0,2471; 0,6735; 7; 6.2913; 0.10194; Г©poca actual Segundo planeta. Sora tenГa sus mesas casi antes de que el robot terminara, revisando las ecuaciones para calcular un curso de aquГ a allГЎ.”
El robot continuГі: “El planeta ha recibido el nombre comГєn de Lethe. El artГculo que vas a obtener es un SueГ±o.”
CapГtulo 3: Un sueГ±o desde Lethe
Aunque ellos nunca inventaron descartaron la autopropulsiГіn, y todos sus mГ©todos de transporte, quizГЎs fue por lo anГіmalo de las artes que los Letheanos cultivaban. Sus centros urbanos eran tan pequeГ±os que no pasaban de cien mil en poblaciГіn, muchos no llegaban ni a los diez mil debido a una planificaciГіn mГЎxima de confort, tanto fГsico como psicolГіgico. Amplias calles y bellos parques eran diseГ±ados para su gente. La arquitectura Letheana era perfecta. Las casas eran construidas no para que aguantasen siglos, si no milenios. E incluso las casas, la Naturaleza no habГa sido olvidada, ya que junto a cada una de las casas habГa un jardГn asГ como muchas ventanas por donde entraba la luz y un terreno amplio que la separaba del resto. Nadie se sentГa apretado en una ciudad Letheana.
Lethe quizГЎs era el mГЎs perfecto ejemplo utГіpico conocido en toda la galaxia si no fuera por el suicidio ritual que llevaron a cabo sus gentes...
—Gan Spols
Lo mejor de Todos los Mundos Posibles.
“Chico, se siente bien estar otra vez en el espacio” proclamó Nezla, estirándose vigorosamente. “Odio la gravedad.”
“Lo que odias” dijo Sora “son los sujetadores.” Flotó en un rincón de la Sala de Recuerdos, con los ojos cerrados y aparentemente haciendo una siesta, pero no por completo de la conversación.
“Supongo” replicó Nezla “que estás intentando hacer una virtud por tu falta de equipo.”
“Si yo fuera Sora” dijo Vini desde la mesa de mandos “me volverГa a odiar por esa observaciГіn.”
El CapitГЎn Kirre apareciГі en la sala de recreaciГіn en ese momento y escabullГі la reanudaciГіn de la vieja disputa amistosa. “PensГ© que los habГa puesto a vosotras dos en el deber de la pena.”
“SГ, sГ, capitГЎn” dijo Nezla con tristeza.
“Entonces, ponte a trabajar, las dos. “Espero ver el Sector III brillando a las 1300 de la mañana.”
Los dos malvados salieron de la Sala de Recuerdos, Nezla en una nube de oscuridad y Sora con su perpetua y tranquila aceptación.”
Huntworld estaba a dos horas de distancia, Lethe, nueve dГas. Con poco para salir mal en el hiperespacio, la tripulaciГіn se estaba instalando en su rutina de relajaciГіn.
Luuj se volvió hacia su empleador. “¿Me necesitará más?”
Bred le lanzó una rápida mirada, pero estaba demasiado preocupado por que su hermana se interesara por otra cosa. “No por ahora.”
“Entonces tomaré el primer reloj.”
Ella se apartГі de la pared y saliГі por la puerta. Incluso en la caГda libre, habГa una calidad rГgida que la diferenciaba de las demГЎs.
Bred volviГі su atenciГіn hacia Vini. El mГ©dico estaba flotando frente a Г©l a travГ©s de la mesa de mandos, empleando su imaginaciГіn hiperactiva ante los escenarios protagonizados por Tyla y el androide. “O tal vez estaban teniendo algГєn tipo de orgГa” decГa. “A los antiguos romanos les gustaba tener sexo con sus esclavos; tal vez esta fiesta era una gran fiesta sexual con androides.”
A pesar de sus preocupaciones, Bred sonriГі. “Nunca has estado en uno de estos asuntos. Yo sГ. Si hay una cosa que no son, son orgГas. Dudo que una sola emociГіn real pueda escapar toda la noche.”
Vini ni siquiera estaba escuchando. “Sexo con androides” pensГі para sГ misma. “Me pregunto si podrГa hacerse. SГ© que la gente ha construido robots para eso. Los androides son biolГіgicos; Probablemente tienen todo el equipo necesario. No deberГa haber ningГєn problema. Me pregunto cГіmo serГa. Tengo que comprobarlo.”
Se estiró de su posición flotante. Las secciones transparentes de su uniforme hicieron que un placer particular de mirar. “Nos vemos luego, jefe” dijo, empujándose desde la mesa. “Tengo algunas investigaciones que hacer.”
NadГі con entusiasmo fuera de la Sala de Recuerdos.
Eso dejГі a Bred y a Dru solos. Cuando no dormГa o estaba de servicio, Dru podГa invariablemente encontrarse flotando solo con una compupada en un rincГіn de la Sala de Recuerdos, pensando y escribiendo. Si se le preguntaba, ella dirГa que estaba componiendo sus canciones. En el momento, sin embargo, ella sostuvo el ramo ligeramente maltratado que Tyla habГa descartado tan vehementemente, examinГЎndolo con intensa fascinaciГіn. Bred se acercГі a ella. “Dru, estoy preocupado por Tyla.”
Dru levantГі la vista cuando oyГі su nombre, pero no dijo nada. DejГі a un lado las flores y dedicГі toda su atenciГіn a Bred.
“Algo la sacudió bastante mal en la fiesta anoche. Estaba flácida y emocionada ante el Baile, y esta mañana estaba en un filo de navaja. Me temo que tampoco ayudé a las cosas molestándola. Ahora ella se subió a su camarote por alguna razón que nadie entiende.”
Los ojos de Dru eran profundamente comprensivos. “Yo cantaré mi canción de preocupación” explicó.
Bred asintió con la cabeza. “Haces eso. Mientras tanto, creo que será mejor que vaya a animarla.” Nadó hasta la salida, sintiendo la mirada de Dru en él hasta el Núcleo.
FlotГі desde el Sector IV hasta los dormitorios del Sector II. La puerta de la cabaГ±a de Tyla estaba cerrada y el letrero rojo y amarillo del exterior advirtiГі que el artigrav estaba encendido. Se orientГі adecuadamente y dio un ligero golpe en la puerta.
“Vete” dijo Tyla desde dentro. “No quiero hablar con nadie.”
Bred entrГі de todos modos. Hubo una sacudida y una rГЎfaga de viento al pasar de la caГda libre al campo artificial gravitacional de la cabaГ±a de Tyla. CerrГі la puerta detrГЎs de Г©l para aliviar los diferenciales atmosfГ©ricos, y mirГі fijamente a su hermana.
Tyla estaba tendida en la litera con el rostro enterrado en la almohada. Ella lo miró y gruñó. “No estoy en tu nómina. Tengo derecho a un poco de intimidad, ¿no?”
“Eres mi hermana pequeña y tengo que cuidar de ti.”
Tyla se secó el puño con algunas de las lágrimas en la cara, luego se apoyó en el codo. “Asà que ayúdame, si has venido aquà solo para recordarme que tienes dieciséis minutos más que yo...”
Bred se sentó ligeramente en el borde de la pequeña oficina construida en la pared. “No, en realidad he venido a averiguar por qué te has convertido en el artigrav.”
“Porque no puedo llorar en la caГda libre. Ahora dГ©jame en paz.”
“Hemos llegado al corazón del problema. ¿Por qué estás llorando?”
Sus ojos se encontraron con los suyos, y por un momento su psique estaba desnuda. “¿Soy diferente a otras personas?”
La pregunta sorprendió a Bred. “No estoy seguro a qué te refieres.”
“No soy estúpida, conozco a mi perra mimada, a la reina de hielo presumida, a la picadora de bolas. Tengo treinta y tres años y nunca me he casado. Todo el mundo ha estado casado al menos una vez a esta hora, incluso tú. ¿Que pasa conmigo?”
“La vida con el Barb no era un matrimonio” dijo Bred, con las comisuras de la boca crispándose en una leve sonrisa. “Más como un juego continuo de “¿Puedes superar esto?” Y seamos realistas, mamá y papá nos dejaron unos estándares muy altos para comparar el matrimonio. No hay mucha gente que se adapte a ellos.”
Ella volviГі a apartar la mirada y el momento especial habГa pasado. “No eres de ninguna ayuda.”
“Realmente quiero ser, Tillie. Cuéntame sobre la Fiesta.”
Deja de usar ese ridГculo apodo. Y pensГ© que habГa dejado claro que no querГa discutirlo.
“Su silencio sГіlo empeora las cosas, Вїsabes? Permite a la gente usar su imaginaciГіn demasiado. Vini estГЎ reconstruyendo todo tipo de posibilidades, incluyendo las orgГas humano-androides.”
“Bred” dijo Tyla entre dientes apretados, “Quiero que la despidas.”
“¿Huh?¿Quién?”
“Ese doctor. Quiero que la despidan inmediatamente.”
Esto es serio, pensГі Bred. “¿Por quГ© deberГa hacer eso?”
“Porque me irrita, por eso. Ella también vuelve loca al capitán. Además, siempre te pide que la despidan, ¿verdad?”
“Eso es sólo un juego que jugamos. Ninguno de nosotros lo quiere decir. Y este es mi nave: yo conservaré la tripulación que quiera.”
“Dijiste que yo podrГa estar a cargo de la BГєsqueda.”
“Claro” Bred estuvo de acuerdo, “porque no me importa un bledo estos juegos estГєpidos tus amigos ahГ fuera en el juego de la Sociedad. Si no fuera por la bГєsqueda del tesoro, mamГЎ y papГЎ estarГan vivos hoy.”
Г‰l la vio estremecerse ante aquel golpe desprevenido. LleguГ© aquГ para alegrarla, no la herir mГЎs, pensГі, y cambiГі inmediatamente su tГЎctica. “Pero tГє solo estГЎs a cargo de la BГєsqueda. AГєn pago los salarios de estas mujeres. Y aunque la despidiera, no podГa echarla en el hiperespacio... tendrГamos que dejarla en algГєn lugar, y eso llevarГa perder tiempo.
Г‰l sonriГі abiertamente. “AdemГЎs, ВїdГіnde encontrarГa a otro mГ©dico alrededor de estas partes que es tan bueno?”
A pesar de sà misma, Tyla encontró una sonrisa formándose. Hizo un esfuerzo concertado para evitar que las comisuras de su boca se crisparan, y casi tuvo éxito. “Muy bien, Bred, tú ganas. Ella puede quedarse. Pero manténla fuera de mi vista.
“Bueno. Solo espero que no te enfermes. ВїPrometerГЎs salir de tu cabaГ±a algГєn dГa en los prГіximos meses? Te va a resultar muy aburrido aquГ.”
Tyla cerró los ojos por un segundo, los abrió y miró a su hermano con la cabeza inclinada en un ángulo divertido. Bruder mein suspiró, “hay veces en que simplemente no te entiendo.” Bred se levantó y se dirigió hacia la puerta. Ni siquiera lo intentes, Tillie. Yo no lo valgo.
“¡Y deja de llamarme asГ!” gritГі mientras la puerta se cerraba detrГЎs de Г©l.
***
Bred tenГa razГіn; Se hizo muy aburrido en su cabina, con sГіlo dos viajes breves cada dГa y comidas malas cuando no era probable que nadie mГЎs lo hiciera. HabГa tantos libros que podГa leer de la biblioteca aparentemente ilimitada de la Honey B. Tantos lugares que podГa ver. Tyla DeVrie era un animal social. TenГa que interactuar con la gente, incluso si los Гєnicos que habГa alrededor eran su hermano y su tripulaciГіn, frente a quien se habГa hecho tan tonta.
DespuГ©s de cuatro dГas de aislamiento, Tyla saliГі de su cabaГ±a y nadГі hacia atrГЎs a la sala de recreo, el centro de la actividad social de la nave. Sorprendentemente, la habitaciГіn estaba desierta excepto por Dru Awa-om-anoth, como siempre flotando en una esquina componiendo sus Canciones.
Tyla miró a su alrededor. “Disculpa, Dru, pero ¿dónde está todo el mundo?”
“El capitán está de pie en el sector de control. Todos los demás están reunidos en el Teatro para un consejo de guerra sobre Lethe.”
“Gracias”. Incluso antes de que ella estuviera completamente fuera de la sala de recreo, notГі que Dru habГa devuelto toda su atenciГіn a la computadora.
El teatro, diseГ±ado para las vistas de grupo en la biblioteca extensa de la nave, estaba situada inmediatamente antes de la sala de estar. La puerta estaba abierta, y Tyla podГa oГr a Vini hablar. Hizo una pausa y casi se dio la vuelta para volver a su habitaciГіn. Finalmente, agitando sus nervios, nadГі en el teatro para unirse a los demГЎs.
“Las cabinas de los sueГ±os” decГa Vini. “Ellos...” vio a Tyla entrar, y ella se detuvo. Todas las miradas se volvieron hacia la puerta y Tyla se sintiГі mГЎs nerviosa que en su debut hace tantos aГ±os.
“Me gustarГa aprovechar esta oportunidad para pedir disculpas a todos vosotros por mi comportamiento desagradable en el Sector de Control el otro dГa” dijo lentamente. Su tono era deliberado; Sus ojos se negaban a encontrarse con los de otra persona. “Me di cuenta del comienzo de la BГєsqueda, probablemente mГЎs alto de lo que me di cuenta. Espero que me permita participar en su discusiГіn.”
“Claro” dijo Nezla. “Todos vamos de vez en cuando.”
“Estoy encantado de verte” dijo Bred, ajustando sus gafas en el puente de su nariz. Prometiste correr la Búsqueda, y no estaba seguro de cómo ibas a hacer eso desde tu cabaña.
“Únete al grupo” le invitГі Vini. Aunque si hubieras aguantado otro dГa, habrГa ganado la piscina.
“Gracias” dijo Tyla, ignorando el comentario de Vini mientras ella nadaba más hacia la habitación. “¿Cuál fue exactamente el tema en discusión?”
“Las cabaГ±as de los sueГ±os” dijo Vini. “La mayorГa de los expertos estГЎn de acuerdo en que eso es lo que matГі a los letheos. La biblioteca de la nave tiene todo tipo de material de investigaciГіn, incluyendo un texto psicolГіgico avanzado que habla de las cabinas con gran detalle, o al menos tan grande como cualquiera puede hacerlo.
“Los exploradores encontraron estas cabinas en cada ciudad importante. Deben haber sido muy populares. La mayorГa de ellos todavГa funcionan, tambiГ©n, esos letheos construidos para durar. De alguna manera, el mecanismo en estas cabinas induce sueГ±os en la mente de quien estГЎ dentro. Los letanes eran maestros de la ciencia psicolГіgica, por lo que presumiblemente sabГan todo sobre la mente, o al menos lo suficiente para liberarla de la realidad.
“La Гєnica manera que sabemos acerca de esto, por supuesto, es de triste experiencia. Los primeros humanos que entraron en esas cabinas quedaron atrapados en las fantasГas inducidas. No podГan ser despertados del estado de sueГ±o. Tuvieron que alimentarse por vГa intravenosa por un tiempo, pero aГєn asГ murieron. Eso fue probablemente lo que les ocurriГі a los letheos, tambiГ©n, que irГan a las cabinas, se engancharГan en un sueГ±o y morirГan lentamente. Literalmente soГ±ando con sus vidas.”
“¿No sabГan que las cabinas los matarГan?” preguntГі Bred.
“Ellos debieron pensarlo. No veo cГіmo podrГan perderse el hecho de que no habГa clientes de repeticiГіn. Pero tal vez querГan morir. O tal vez simplemente no les importaba. QuizГЎ hicieron que su mundo fuera un poco demasiado perfecto y necesitaran diversiГіn a cualquier precio.”
“Tenemos nuestros anГЎlogos humanos, ya sabes. En los siglos XIX, XX y XXI, cuando los alucinГіgenos estaban todavГa en las etapas experimentales y no se podГa predecir el efecto especГfico que se obtendrГa, la gente tomaba las drogas por pura emociГіn o para escapar de una opresiГіn realidad. A veces murieron, pero eso realmente no detuvo a nadie mГЎs. Y si tuviera ganas de cometer suicidio, las cabinas de los sueГ±os probablemente serГa la manera mГЎs agradable de hacerlo.”
“Creo que es injusto” dijo Nezla “Ese robot te está enviando a una muerte segura.”
Sora, que hasta entonces habГa pasado la reuniГіn estirГЎndose con los ojos cerrados, ahora decidiГі hablar. “La gente ha sobrevivido” dijo.
Nezla se volviГі hacia Vini para confirmarlo.
“SГ, pero Hippocrates sabГa cГіmo. Basta con sacar a una persona de la cabina no hace ningГєn bien, una vez que los patrones de sueГ±o se establecen en el cerebro, que forman un ciclo de auto-perpetuaciГіn. Tal vez la cabina altera levemente la quГmica del cerebro para hacer que el sueГ±o sea una cosa permanente. Nuestro propio conocimiento de la forma en que funciona el cerebro es tan comparativamente malo que no podemos revertir el proceso nosotros mismos. Han intentado tratamiento de choque, lobotomГas y otras formas de cirugГa sin resultado.”
“Pero dijiste que algunas personas sobrevivieron” repitió Nezla.
“SГ, dos personas, pero se fueron por si mismas. Las pruebas psicolГіgicas que tomaron despuГ©s mostraron que eran individuos con una fuerza de voluntad anormalmente alta. Lo que es peor, se negaron a describir exactamente lo que les sucediГі mientras estaban bajo la influencia de la cabina. Dijeron que era una experiencia demasiado personal para compartir. Ellos confirmaron que cada uno tenГa SueГ±os, pero se negaron a decir de quГ© se trataba. Y en cuanto a salir de ella, sus historias eran similares, sГіlo decidieron que querГan estar despiertos, y lo eran. Г‰stas eran personas excepcionalmente fuertes, recuerden, mucho mГЎs fuertes, probablemente, que cualquiera a bordo de esta nave.”
Bred se volvió hacia el Árbitro. “¿Qué se espera exactamente de nosotros para cumplir este requisito?”
“Usted, como Participante oficial, y cualquier otro de su equipo que pueda desear hacerlo, debe entrar en una de estas Cabinas de SueГ±os que estГЎ en buen estado y permitir que el proceso de SueГ±o sea iniciado. Una vez que ha, voy a administrar pruebas para asegurarse de que usted estГЎ realmente en un estado de sueГ±o. Si certifico que usted estГЎ, de acuerdo con la SecciГіn 8 del ArtГculo XII, entonces este Гtem serГЎ considerado obtenido bajo la SecciГіn 2 del ArtГculo XI, y podremos pasar al siguiente punto en su lista.”
“Y no te importa si alguna vez salimos del trance o no, ¿correcto?”
“Esa no es mi preocupación” dijo el Árbitro “Sólo estoy para asegurarme de que cumplas las condiciones de la Búsqueda.”
“Pero si no salimos del trance” argumentó Tyla “no podremos continuar con la Búsqueda.”
“En ese caso” el robot dijo rotundamente, “perderás.”
“Eso es lo que mucha gente sueña”, gruñó Nezla.
“Pequeño hermano” dijo Bred a Tyla con una sonrisa torcida en su rostro “¿en qué he dejado que me hables?” Extendió los brazos ante él en un gesto perezoso “Muy bien, pandilla, la pregunta ante la casa es, ¿qué hacemos sobre esto?”
“Hablando desde un punto de vista puramente mГ©dico” dijo Vini “su opciГіn mГЎs saludable serГa correr como el infierno en la direcciГіn opuesta. TodavГa tendrГas la oportunidad de ganar si nadie mГЎs obtiene todos los objetos en su lista.”
“¡Nunca!” dijo Tyla con vehemencia “Ambic Jusser obtendrГЎ todos sus artГculos, puedes contar con eso. No podemos dejar de fumar en el primero, o habremos perdido antes de comenzar.”
“Está bien” dijo Bred en tono tranquilo “Hemos decidido que entraré en uno de estos puestos.”
“Y yo voy contigo” insistiГі Tyla “EstГЎs en esta cacerГa por mi culpa, y te prometГ que harГa la mayor parte del trabajo. AdemГЎs, eres demasiado tГmido para salir solo.”
Bred se encogió de hombros. “Gracias por el voto de confianza. Asà que los dos vamos a entrar juntos.”
“Yo también”dijo Nezla.
“No” dijo Bred con firmeza “sólo Tyla y yo. El resto de ustedes tendrán que estar al margen e intentar ayudar. ¿Qué tal si nos sacamos?”
“Puedo montar un carro motorizado con brazos de waldo para arrastrar a los dos sin tener que entrar en mГ mismo” Nezla se enfurruГ±Гі “pero Vini acaba de decir que no harГa mucho bien.”
“Es mejor que dejarnos allà para pudrirse” dijo Bred. Se volvió hacia el médico. “Vini, ¿qué puedes hacer para ayudarnos?”
“¿QuiГ©n sabe? Este es un problema para un psicГіlogo fisiolГіgico, que yo no soy. SГіlo soy una amable persona de medicina interna. Estoy fuera de mi alcance aquГ. Tal vez deberГas despedirme y conseguirte un especialista. Hay una buena en TГЎrtaro que podrГa recomendar. Pero, pensГЎndolo bien, no te gustarГa que estuviera en la cama.”
Bred se encogió de hombros. “Entonces supongo que estoy atascado contigo. ¿No puedes pensar en nada?”
“Las drogas podrГan funcionar” dijo Sora sin abrir los ojos.
“¿Huh?” Vini y Bred dijeron juntos.
Sora abriГі los ojos a media asta. “Un tripulante en el Explorer una vez vino abajo con una enfermedad nerviosa en un planeta que visitamos. TenГa largos ataques de ilusiГіn, no podГa contar los sueГ±os de la realidad. El doctor Haffiel lo tratГі con alucinГіgenos y finalmente se curГі.
“¿Qué clase de alucinógenos?” preguntó Vini.
“No sabrГa decir” contestГі Sora, cerrando los ojos de nuevo.
“¿QuГ© hay de eso, Vini?” preguntГі Bred “¿Crees que funcionarГa?”
El doctor entrГі en un estado de ГЎnimo especulativo. “DifГcil de decir. Los remedios convencionales intentarГan romper el estado de sueГ±o, no aumentarlo. Pero los remedios convencionales no han funcionado, Вїverdad? AГєn no estГЎn seguros de por quГ© dar anfetaminas a algunos niГ±os hiperactivos en realidad los ralentiza. Combatir un conjunto de sueГ±os con otro, Вїeh? PodrГa intentar mezclar algunos psicodГ©licos. Pero, ВїquГ© debo usar? ВїCuГЎles?”
Era evidente que estaba perdida en el mundo normal.
“Bueno, parece que Vini puede estar en algo” dijo Bred “Cuando comienza a acristalar de esa manera, suele haber un concepto en algún lugar para respaldarlo. ¿Alguien más tiene alguna idea?”
MirГі a lo largo de la habitaciГіn. Todos se movГan incГіmodamente excepto Sora, que dormГa. “Supongo que eso concluirГЎ con este consejo de guerra” continuГі Bred “Nezla, empieza con tu telemanipulador, y dejaremos a Vini para resolver su problema aquГ.” Г‰l comenzГі a nadar hacia la puerta y todos menos el doctor siguieron su ejemplo.
“Oh, jefe” dijo Vini, rompiendo momentГЎneamente fuera de su trance, “seguГ en ese pedazo de androide. Pueden tener relaciones sexuales: son potentes y fГ©rtiles. Pueden casarse con seres humanos naturales e incluso criar de forma natural. Por supuesto, eso no es garantГa de lo bien que lo hacen en la cama.”
Tyla fingiГі no oГrla mientras nadaba fuera de la habitaciГіn.
***
El viento soplaba cГЎlidamente en sus espaldas mientras la tripulaciГіn de la Honey B caminaba por la calle desierta. No habГa manera de saber con exactitud cuГЎnto tiempo habГa pasado desde que el Гєltimo letГіn habГa muerto. En un orden de magnitud, las mejores pruebas cientГficas dijeron que fue varios milenios.
La calle, antaГ±o bordeada de ГЎrboles, estaba ahogada de vegetaciГіn, una selva menor; La Гєnica forma en que sabГan que era una calle era porque estaba bordeada de edificios a ambos lados. Debajo de los pies, lo que originalmente habГa sido tierra duramente empacada para el transporte de animales habГa estallado en un campo de hierba y hierbas que llegaban hasta la cintura de los intrusos.
Los edificios todavГa estaban de pie, testimonio mudo del genio y la artesanГa de sus constructores. Pero el tiempo no habГa sido frustrado por completo. Cada casa tenГa grietas grandes corriendo casi la longitud del edificio. Los jardines en la azotea que alguna vez habГan sido el orgullo de los habitantes se habГan vuelto locos; Las vides ahora cubrГan las paredes de la mayorГa de los hogares, envolviГ©ndolas en un abrazo sin amor. La pintura se habГa desvanecido de las casas bajo el dГ©bil pero constante resplandor del sol rojo arriba, y habГa sido reemplazado por las manchas de innumerables excrementos de pГЎjaros.
La ciudad seguГa siendo la morada de la vida. Los insectos se agolpaban profusamente, afrontando con enojo la invasiГіn de los humanos. PequeГ±os animales parecidos a los roedores observaban tГmidamente las madrigueras seguras. Los animales no tan pequeГ±os tambiГ©n recorrГan estas calles; Los miembros del partido ocasionalmente vislumbraron algo grande moviГ©ndose a travГ©s de la maleza.
El grupo de la nave estaba formado por Bred, Tyla, el ГЃrbitro, Vini, Nezla y Luuj, quienes rodaron el artefacto de Nezla para sacar a Bred y Tyla del puesto una vez que el ГЃrbitro confirmГі que estaban soГ±ando. Todos caminaron silenciosamente por aquella ciudad fantasma, impresionados tanto por la grandeza que alguna vez fue y por la devastaciГіn tranquila que habГa ocurrido desde entonces.
El Dream Booth era fГЎcil de detectar. SГіlo la ciudad se habГa mantenido a distancia de la naturaleza, o tal vez la naturaleza se habГa negado a reclamarla como una de las suyas. Se quedГі solo en un parque estГ©ril. Unos cuantos matorrales de hierba luchaban valerosamente para llenar la brecha, pero por alguna razГіn desconocida el terreno de tres metros alrededor de la cabina estaba muerto y desperdiciado, un desierto en medio de una selva.
La cabina era cГєbica, de seis metros de lado, y parecГa hecha de hormigГіn blanco. Sus paredes, como las de otros edificios de la ciudad, tenГan grietas y estaban cubiertas de excrementos de aves. En el centro del muro frente a la calle habГa una entrada de tres metros de altura y dos de ancho. No habГa entrado por siglos, pero se quedГі boquiabierto, esperando a que nuevas vГctimas entraran en su tierna red.
“¡Vaya!” Nezla susurrГі. El ingeniero en ella estaba reaccionando a la totalidad de la ciudad que habГa sido. “Realmente sabГan cГіmo construir.”
Bred asintiГі con la cabeza. “Demasiado bien. Si estos Dream Booth no se hubieran levantado todo este tiempo, no podrГamos haber venido.”
Él juntó las manos repentinamente. El ruido agudo resonó a través de las ruinas tranquilas, sorprendiendo a algunos pájaros de los árboles cercanos. “Bueno, empecemos. ¿Su máquina funciona bien?”
“Como siempre.”
“Vini, ¿has descubierto lo que vas a hacer con nosotros?”
“No completamente, jefe. Me gustarГa que me dieras un par de dГas mГЎs para trabajar en ello.
“No tenemos tiempo” le interrumpió Tyla “Tenemos que vencer a Jusser.”
Vini se encogiГі de hombros. “Es tu vida. SГіlo trabajo aquГ.”
Bred se volviГі hacia su hermana. “No tienes que venir conmigo, sabes. Yo soy el Гєnico que tiene que ir allГ.”
Tyla sacudió la cabeza. “Voy. Sabes que nunca puedes hacer nada bien sin mi ayuda.”
“Muy bien” Bred suspirГі. Se volviГі hacia las otras mujeres. “AsegГєrate de no sacarnos antes de que el ГЃrbitro verifique que realmente estamos SoГ±ando. OdiarГa pasar por todo esto una segunda vez.”
CaminГі sin vacilar hasta la puerta y se detuvo. Tyla siguiГі detrГЎs de Г©l, caminando a zancadas. “Espero que no me parezca un poco falso, pequeГ±o hermano” dijo “pero me gustarГa entrar primero.”
Entraron en la cabina. Estaba oscuro, la Гєnica luz que se filtraba a travГ©s de la puerta abierta. Cuando sus ojos se ajustaron, pudieron ver que el edificio era sГіlo un cubo hueco, con paredes de medio metro de espesor y el resto de espacio abierto. El interior era el mismo hormigГіn gris que el exterior, aburrido y sin rasgos. HabГa un banco de hormigГіn en la pared trasera, formado para ajustarse a los lados traseros de los constructores originales y demasiado estrecho para acomodar a los humanos. Bred se sentГі en el suelo de cemento polvoriento y Tyla, despuГ©s de un momento de vacilaciГіn, se sentГі a su lado.
Esperaron en silencio para que ocurriera el maravilloso acontecimiento. Miraron fijamente las paredes, el techo, el suelo, cualquier cosa menos el uno del otro. “¿Por qué no pasa algo?” preguntó finalmente Tyla “Supongo que no elegimos una cabina que no esté funcionando, ¿verdad?”
“Vamos a darle un poco más de tiempo” respondió Bred. “Si no ocurre nada en los próximos cinco minutos,
VIOLETA nor iremos.”
“¿Qué ha sido eso?”
“Oh, ¿lo has
AZUL oГdo, tambiГ©n? AquГ viene otra vez. Creo que el
VERDE proceso empieza a funcionar.” dijo Tyla “pero... ¿cuál es el
AMARILLO propГіsito de estos flashes de
NARANJA colores?”
“A mi me parece que
ROJO eso estГЎ intentando sacarnos de nuestras casillas
NEGRO para ver como reaccionamos a diferentes
NEGRO estГmulos.”
Tyla decidió ir al grano. “Oh, parece como un
FRГЌO mГєsico afinando su instrumento antes de un
CALIENTE concierto o un cantante intentando hacer escalas antes de su actuación.”
“Eso es.”
DOLOR
“Bueno” añadió Tyla “lo está haciendo realmente
PLACER bien. Todo eso me parece real
LISO ahora mismo.” dijo ella tiri
RUGOSO teando. “Bred, tengo miedo.” su voz parecГa la de una niГ±a. Fue hacia Г©l y puso su brazo alrededor suyo para sentirse a salvo.
AMARGO
“No temas” le dijo. “El hermano mayor
ГЃCIDO
DULCE
SALADO
RUIDOSO
BLANDO
FUERTE
DÉBIL
RГЃPIDO
LENTO
CLARO
OSCURO
***
El pequeГ±o sol rojo estaba luchando su batalla diaria con las nevadas de la noche y, como de costumbre, estaba perdiendo. En algГєn lugar de los ГЎrboles, un lassadet chirriГі suavemente, dando la bienvenida a la oscuridad que se acercaba. A lo lejos, se oyГі el lento clop clip-clip de algГєn rezagado casa en su cansado norstan. El aire estaba limpio y sabГa deliciosamente de vino.
Bredakon mirГі por la avenida cargada de niebla. AllГ, justo en los lГmites de la percepciГіn. Era Tyladerm que volvГa, despuГ©s de todo. QuerГa gritar, bailar con deleite salvaje, pero sabГa que tal exhibiciГіn serГa impropia. AsГ que se quedГі allГ parado en medio de la calle, esperando con impaciencia cuando su maravilloso cuerpo manchado de pГєrpura se acercГі.
“¡Apresúrate!” gritó cuando por fin quedó al alcance de la mano. El malathin ya empezó. No queremos llegar tarde.
Tyladerm se acercГі perezosamente y lo mirГі tГmidamente. “¿Es el tipo de bienvenida que he de recibir?” preguntГі.
En respuesta, Bredakon alzГі sus zarcillos a la suya, y los dos permanecieron con amor durante un momento con sus zarcillos entrelazados. Fue como aquella primera noche de placer, volviendo a la mente de repente. Ambos podГan sentir el aura, ambos aferrados al momento, reacios a dejarlo ir de nuevo.
Finalmente se separaron del abrazo y juntos empezaron a moverse hacia el edificio. “Muy bien los zethos” suspiró melancólicamente Tyladerm, con sus cuatro ojos brillando con la felicidad de la reunión.
“Y más grandes somos nosotros los que hacemos el Zethos” respondió Bredakon en tono suave.
***
SintiГі un dolor feroz y ardiente en la pierna izquierda. Akkabred estallГі en pГЎnico y mirГі en todas direcciones. El fuego, el enemigo universal, no habГa terminado con Г©l. Las llamas brotaron alrededor, destruyendo la casa y convirtiendo su tierra en un campo de fuego.
“¡Ayuda!” OyГі a Nastyla gritar detrГЎs de Г©l y volviГі a girar. AllГ, en la parte mГЎs caliente del infierno, su cara se quebrГі del calor y sus ojos hendidos de miedo. “¡Por favor ayuda!”
Г‰l se moviГі hacia ella, decidido a salvarla cuando de repente, entre ellos, apareciГі una bestia Lapda enfadada.
***
En una colina primaveral, un par de personas estaban escuchando algo gruГ±iendo entre las plantas.
***
“¡Cuidado!” gritó uno mientras la bestia saltaba sobre el otro.
***
ВїQuГ© demonios estaba pasando?
CREO QUE LA CABINA ESTABA INTENTANDO ECHARNOS FUERA. PARECE QUE NO LE CAIMOS BIEN.
Eso es obvio. Pero parece que ya ha parado. ВїSe habrГЎ rendido?
NO, PROBABLEMENTE VOLVERГЃ A SUS ANDANZAS CUANDO NOSOTROS
***
Un dГa relajante en casa en la finca de la familia, en algГєn lugar en los jardines que rodearon la mansiГіn. Se llamaban jardines, pero tambiГ©n lo eran los bosques ajardinados que rodeaban Versalles. “Un picnic” dijo Naija DeVrie, y su marido Orren sonriГі. Los gemelos, de ocho aГ±os, habГan chillado de placer. AsГ que los ancianos, los niГ±os y la enfermera habГan encontrado un lugar en el bosque planificado que era sombrГo sin ser demasiado frГo, el clima perfecto para jugar en el bosque.
“¿Podemos ir a buscar nidos de pájaros?” preguntó Tyla a sus padres.
Naija DeVrie: largo, sedoso cabello rubio por sus hombros, un rostro de sol, labios de risa, una voz de fruta fresca esperando para ser recogida y comida. “Asegúrate de que la enfermera vaya contigo. No queremos que te pierdas.”
Orren DeVrie: decidido pero cГЎlido, estricto pero amoroso, un cuerpo fuerte y sano en la plenitud de la condiciГіn fГsica, voz profunda y ojos brillantes. “Disfruta. No te quedes demasiado tiempo.”
Un paseo en el bosque, lentamente al principio, con la enfermera detrГЎs detrГЎs discretamente (deje a los niГ±os divertirse, no deje que se hagan daГ±o). Luego mГЎs rГЎpido; la enfermera empezГі a quedarse atrГЎs. (Una enfermera robot podrГa haberse mantenido con cualquier cosa, las enfermeras humanas eran mГЎs elegantes.) “Espera” llamГі. Los gemelos se rГen y huyen hacia el bosque, hasta que Enfermera estГЎ completamente perdida de vista. SГіlo sus gritos resonaban distantemente entre los ГЎrboles.
DeambulГі por un tiempo, disfrutando del dГa y el lugar, sin hacer nada importante. Entonces, “espiemos a mamГЎ y papá” sugiriГі Bred.
Furtivamente a travГ©s de los arbustos, con cuidado de no hacer el menor sonido que traicionarГa su enfoque. Ellos miraron. Sus padres desnudos, luchando en el suelo, gruГ±endo, gimiendo. Las manos de Naija araГ±ando la espalda de Orren, con las piernas sujetas alrededor de su cintura. Un suave susurro de Orren, una risa de Naija. Se besan. Ellos rГen. Ellos bombean en un frenesГ.
Luego se alejaron y se maravillaron de lo que veГan. Ellos van a otro lugar, probarlo por sГ mismos. Desnudos, cuerpos inmaduros retorciГ©ndose en pasiГіn simulada, riГ©ndose mientras el encuentro se convierte en un partido que hace cosquillas.
“Ustedes dos deberГan estar avergonzados de ustedes mismos.” la enfermera, los alcanzГі por fin, asomГЎndose sobre ellos como un ogro desaprobador. Vuelve a poner la ropa.
Ser arrastrado de vuelta a la casa sin una oportunidad de explicar a sus padres. Sube el gravtube al tercer piso. En esa habitaciГіn con la gran puerta, la sala de castigo. El llanto no sirve para nada, no para una enfermera enojada y frustrada. La gran puerta se cierra y la oscuridad los envuelve.
***
La gran puerta, no tan grande, se abre. La enfermera estГЎ allГ, llorando. Parece un poco mayor, ahora, pero los gemelos tambiГ©n lo son. Son casi trece, casi.
“Tus padres están muertos” gimió la enfermera “Acabo de recibir el mensaje. Fueron asesinados durante la Búsqueda del Tesoro. No sé cómo.”
Se tardГі un momento en hundirse. No mГЎs Orren DeVrie. No mГЎs Naija DeVrie. No mГЎs mamГЎ o papГЎ. JamГЎs. Momento encapsulado, suspendido en el flujo del tiempo. Desconcierto, confusiГіn, incredulidad.
“¡No!” gritГі Tyla. Ella corre por el pasillo y entra a su dormitorio, cerrando la puerta detrГЎs de ella. Bred de pie allГ queriendo llorar, sabiendo que no deberГa, no estГЎ seguro de lo que se espera de Г©l. SГіlo de pie.
***
“Feliz cumpleaГ±os” cantaron los invitados reunidos, “Feliz cumpleaГ±os, Feliz cumpleaГ±os, Bred y Tyla, Feliz cumpleaГ±os.” Tuvieron que apresurarse la tercera lГnea un poco para que “Bred y Tyla” encajaran en el ritmo, pero era realmente el pensamiento que importaba.
HabГa quince velas en cada uno de los dos pasteles. TГa Anilla, que en realidad no era su tГa, por supuesto, pero insistiГі en que la llamaran asГ: habГa especificado dos, de modo que no habrГa ningГєn argumento entre los gemelos en cuanto a cuГЎl era el pastel. HabГan peleado mucho en los dos aГ±os que habГan transcurrido desde que sus padres habГan muerto, detuvieron el desarrollo y la falta de figuras autorizadas, dijeron los analistas, y la tГa Nillia no quiso nada para estropear esta ocasiГіn.
Un picnic habГa sido planeado para la fiesta de cumpleaГ±os este aГ±o debido al tamaГ±o necesario de la fiesta. Siendo los Гєnicos herederos directos de DeVrie, el cumpleaГ±os de Bred y Tyla fue una gran ocasiГіn social, y la experiencia del aГ±o pasado con el salГіn habГa convencido a Nillia de que sГіlo un sitio al aire libre lo harГa. HabГa alquilado todo el parque Bermuda para la ocasiГіn. El tiempo que habГa pedido era perfecto; El dinero, particularmente el dinero de DeVrie, funcionГі maravillas.
En opiniГіn de Nillia, Tyla estaba tratando de hacerse una pequeГ±a dama perfecta; Era aquel travieso e incontrolable Bred quien estaba haciendo todo el trabajo entre ellos. Pero Bred era el mГЎs viejo, aunque sГіlo por unos pocos minutos, y asГ mereciГі respeto de acuerdo con las elaboradas reglas de la Sociedad. Tyla estaba vestida elegantemente y ordenadamente, caminando erguida y haciendo una conversaciГіn educada. Bred se habГa mantenido a sГ mismo durante la mayor parte de la fiesta, y ya habГa conseguido ensuciarse la ropa.
Los parientes, los amigos y los desconocidos se reunieron despuГ©s de cortar los pasteles, regalando sus regalos superfluos a los gemelos, superfluos porque los niГ±os de DeVrie ya tenГan todo lo que podГan desear. Pero los regalos eran tradicionales, y los presentes allГ serГan. Tyla pasГі por el ritual de abrir todos los suyos y agradeciendo a los donantes; Bred dejГі simplemente se sentГі con sus piernas cruzadas y los ignorГі.
Entonces todo el mundo tomГі un pedazo de uno o el otro de los pasteles y se estableciГі a hablar de adultos. Bred y Tyla eran los Гєnicos niГ±os de la fiesta; los niГ±os no eran alentados en las funciones sociales, pero los gemelos apenas podГan haber sido excluidos de Г©sta.
“¡Maldita sea, Bred, devuelve eso!” El grito alto de Tyla atravesó el bullicioso zumbido de la conversación. Las cabezas se agitaron para ver cuál era el problema.
Bred estaba bailando burlonamente fuera del alcance de su hermana, sosteniendo un plato con un pedazo de pastel en Г©l. Tyla, con el rostro rojo como una cereza, agarraba inГєtilmente el plato. Sus brazos se balancearon violentamente mientras sus ojos se nublaban con lГЎgrimas incipientes, y Bred no tenГa problemas para mantenerse justo mГЎs allГЎ de su alcance.
“¿QuГ© ocurre, Tyla?” llamГі la tГa Nillia.
“Bred robó un pedazo de mi pastel” gritó Tyla “Haz que se lo devuelva.”
“La tГa Nillia me dijo que los dos pasteles pertenecГan a los dos” dijo Bred en defensa.
TodavГa estaba sonriendo y eludiendo las furiosas huelgas de su hermana.
Algunas de las mujeres sacudieron la cabeza. “A juzgar por su conducta, no pensarГa que eran quince hoy” dijo una seГ±ora no identificada. “EstГЎn actuando como niГ±os de cinco aГ±os estropeados.”
“SГіlo estГЎn jugando” dijo tГa Nillia en un tono que indicaba que sabГa de lo que estaba hablando. “Se sienten excluidos de nuestros cГrculos y no hay nadie de su edad para jugar. DГ©jalos en paz. No se lastimarГЎn. Nunca lo hacen.”
Tyla habГa tomado en serio a Bred, y el muchacho tuvo que correr para evadirla. EntrГі y saliГі entre los adultos, todavГa riГ©ndose, y ella lo siguiГі muy de cerca, nunca muy capaz de alcanzarlo. Sus lГЎgrimas se habГan convertido en una determinaciГіn implacable para atrapar al ladrГіn de pasteles y vengar su odioso crimen. Bred se burlГі de ella con gritos de “Tillie no puede atraparme”. EsquivГЎndola, se agachГі detrГЎs de algunos ГЎrboles, fuera de la zona de picnic y sobre las colinas, y pronto ambos niГ±os se perdieron de vista.
“¿No tienes miedo de que se pierdan?” le preguntГі alguien a la tГa Nillia.
Ella sacudió la cabeza a sabiendas. “No, este es un parque planeado. Nadie puede perderse en un parque planeado.
Mientras tanto, Bred y Tyla seguГan involucrados en su persecuciГіn. TerminГі bruscamente cuando el pie de Bred se agarrГі a un montГіn de tierra y se fue volando hacia adelante. Tyla, incapaz de detenerse a tiempo, tropezГі con su hermano y los dos se fueron rodando por la colina cubierta de hierba en un enredo de miembros. Un pequeГ±o arbusto en la parte inferior detuvo su rollo, fuera de la vista del resto del mundo. Bred aterrizГі encima de su hermana.
“¿Me darás mi pastel ahora?” preguntó ella.
Bred seГ±alГі el lugar donde la pieza habГa caГdo en la hierba. “Si quieres comer un pedazo de pastel sucio, sГ© mi invitado.”
La furia de Tyla se elevГі a una intensidad incontrolable. ApretГі los puГ±os y comenzГі a golpearlos contra los hombros de su hermano. Se apoyГі sobre los codos y le cogiГі las manos, sujetГЎndolas para que no pudiera golpearlo. LuchГі inГєtilmente contra su mayor fuerza. Luego, de repente, dejГі de luchar. Se miraron a los ojos.
Orren-Naija se quedГі enredado entre los arbustos.
En pocos minutos, aquella se convirtiГі en algo mГЎs que una fiesta de cumpleaГ±os.
***
¿Tyla–Bred?
¿Bred–Tyla?
Suave, empuja-tira, cГЎlido, caliente, mover, gruГ±ir, dar un tirГіn, MOVER, arriba, abajo, dentro, fuera golpe, Orren-Naija, sГ, sГ, sГ.
***
Rodó sobre su espalda, con los ojos en pequeñas hendiduras mientras observaban las nubes grises que se acumulaban ominosamente sobre sus cabezas. Le dio un codazo a su hermana en las costillas con el codo. “Vamos, despiértate.”
“¿Mmmmpf?”
SerГЎ mejor que volvamos. EmpezarГЎn a preocuparse por nosotros pronto.
“¡Mmmmpf!”
“TГє sabes cГіmo se pone tГa Nillia cuando estГЎ loca” se levantГі y agarrГі uno de sus brazos para ponerla de pie. En lugar de eso, ella tirГі de Г©l y lo tirГі hacia atrГЎs, riendo alegremente.
“¿No me digas que quieres más?” dijo con fingida incredulidad.
“¡Mm-hmm!”
“Masoquista.”
Un destello en el cielo, seguido segundos despuГ©s por un ruido de trueno como la ira divina. Un viento frГo y penetrante se levantГі, soplando hojas contra su piel. Tyla abriГі los ojos. “CreГa que la tГa Nillia habГa ordenado buen tiempo para hoy.”
La lluvia empezГі a golpearlos, gotas grandes y pegajosas. Dentro de un segundo de tiempo, fue un diluvio de agua frГa amarga. “Alguien se burló” dijo Bred. SerГЎ mejor que nos levantemos.
La colina se habГa convertido en cristal cuando recuperaron los pies. Vidrio liso, resbaladizo que no permitiГі fricciГіn para el pie. Intentaron subir de nuevo, pero sГіlo lograron ir un metro mГЎs o menos antes de deslizarse de regreso al fondo.
La lluvia caГa mГЎs fuerte y la visibilidad era difГcil. Tanteaban a su alrededor. Todas las colinas se habГan convertido en cristal, acantilados planos que se levantaban a cientos de metros por encima de las cabezas de los gemelos, vidrios escarpados, totalmente indescifrables. Estaban en un estrecho caГ±Гіn, con un pequeГ±o sendero a sus pies que los conducГa mГЎs abajo en el suelo del abismo.
La lluvia estaba ciega ahora en su intensidad. Era imposible ver más de un metro por delante. El viento redobló su fuerza y ​bajó aún más la temperatura. Bred cogió la mano de Tyla.
“Vamos, no podemos quedarnos aquГ.”
Corriendo a lo largo de la parte inferior del barranco, el Гєnico camino abierto a ellos. La lluvia hizo que el camino resbalara. Cayeron, se levantaron, y cayeron otra vez mientras que su base fallГі. La lluvia seguГa viniendo, empapГЎndolos sin descanso, y su ropa se aferraba a ellos como una segunda piel.
“Tyla se dobló. Oooh. Ay.”
“¿Qué pasa?”
“Tengo un calambre estomacal.” Ella se inclinó, sosteniendo su estómago y gimiendo suavemente.
Bred lo sentГa, tambiГ©n, pinzas calientes rasgando a travГ©s de los mГєsculos y la piel y quemando el hoyo de su estГіmago.
El agua llenaba su pequeГ±o abismo. Ya era hasta los tobillos. AlargГі la mano y tomГі de nuevo la mano de su hermana. Tenemos que seguir avanzando.
La lluvia se estГЎ convirtiendo en granizo, ahora. Grandes piedras de granizo se estrellan contra sus cuerpos, y las piedras de granizo arden y queman la piel cuando la tocan y llegan con un impacto mental. Bred y Tyla dejan de pensar, comienzan a reaccionar instintivamente.
Entonces el diluvio. LlegГі rugiendo por el caГ±Гіn como el puГ±o de un gigante, atrapГЎndolos desde atrГЎs y barriГ©ndolos de sus pies. Las paredes del caГ±Гіn eran altas y lisas, y el cielo era sГіlo un rumor negro como el tono, suspendido por encima de ellos en alguna parte, si se hubieran atrevido a mirar todo el camino. El agua burbujeaba y hervГa en furia frГa todo alrededor de ellos. Remaban con furia para mantener la cabeza por encima. Hailstones como los huevos de las gallinas golpearon sus crГЎneos.
Un agujero en la pared de cristal a su lado. La coge, la coge, la agarra y tira de su hermana detrГЎs de Г©l. Afuera de esta pequeГ±a cueva, las aguas de las inundaciones se enfurecen y la tormenta continГєa.
En el interior, habГa poca calma. El frГo era un monstruo, mordiГ©ndolos con dientes de carГЎmbanos y envolviГ©ndolos en manos de escarcha. Casi antes de que pudieran pensar, el agua que cubrГa sus cuerpos se congelaba en una manta de hielo. A pesar de su necesidad desesperada de oxГgeno, se levantaron y se adentraron en la cueva, luchando para no convertirse en estatuas congeladas. MГЎs profundamente en los oscuros recovecos del pasillo corrГan.
Ojos rojos, pequeГ±os ojos rojos, mirando, observГЎndolos mientras corren. Siempre en parejas, sin pestaГ±ear, esos diminutos ojos rojos. Acecho. Rellenar las grietas y agujeros en las paredes de la cueva con sus puntos rojos. Ruidos pequeГ±os. Roedores, un ejГ©rcito de diminutos e invisibles roedores, invisibles excepto aquellos ojos rojos y rojos. Acecho.
Los calambres del estГіmago se duplicaron en intensidad. Tyla cayГі al suelo de dolor. Su cuerpo empezГі a congelarse. Bred se arrodillГі a su lado, luchando para evitar que el hielo se formara sobre sГ mismo mientras Г©l la arrancaba con las uГ±as. Г‰l la levantГі y los dos volvieron a correr, inclinados, aunque estaban con dolor. El tГєnel estaba oscuro, y no podГan ver un centГmetro delante de ellos, sГіlo aquellos ojos rojos a los costados. Acecho.
Sin luz, se encontraron con la pared al final del pasadizo. Encima de ellos, un pozo se alzaba hacia arriba, y al final de Г©l podГan ver un pequeГ±o cГrculo de luz. Muy alto, muy lejos. Se volvieron y miraron hacia atrГЎs. Un ejГ©rcito de ojos rojos, avanzando con avidez. “Entonces, vamos” dijo uno de ellos “no estaba seguro de quГ©.”
La subida del infierno era casi tan mala como el infierno mismo. Raspando los nudillos y los dedos contra las rocas que eran mГЎs frГas que el hielo. Piel que se pegaba a la roca frГa, arrancandose trozos mientras alcanzaban nuevos lugares en que agarrarse. Fuego en la boca del estГіmago. InhalaciГіn de aire que ardГa con frГo y quemaba los pulmones. Exhalando el aliento tan niebla que nublГі la visiГіn.
Pero habГa una luz allГ arriba. Movimiento. MuГ©vase hacia la luz. Ves, se pone mГЎs brillante. Escalada. El cГrculo se hace mГЎs grande. ВЎSube, maldita sea! Alcanzar. Alcanzar la mano de su baterГa, usted puede conseguirlo si lo intenta. CГrculo en expansiГіn.
A
L
C
A
N
Z
A
R….
***
“Bueno, Jefe, si es toda la gratitud que tengo por salvarte la vida” dijo la voz cГnica de Vini a un millГіn de parsecs “entonces me voy.”
Bred se dio cuenta de que estaba mirando una placa de luz. Su mano lo habГa agarrado y en lugar de eso habГa agarrado el cuello del mГ©dico. ParpadeГі cuando el brillo de la luz hizo que sus ojos se humedecieran y, con gran dolor y rigidez, volviГі la cabeza. Estaba acostado en uno de los sofГЎs de la bahГa de enfermos de Honey B, una fina sГЎbana cubierta sobre su cuerpo, que de otra manera estarГa desnudo. Tyla estaba tiritando en el sofГЎ al lado del suyo, tambiГ©n vestido solo en una sГЎbana. Ella gemГa suavemente y hacГa movimientos dГ©biles con sus manos.
Bred apartГі su mano del cuello de Vini. TratГі de decir algo, pero su garganta estaba tan seca y ГЎspera que no saliГі nada. Vini notГі su dilema. “Apuesto a que tu garganta estГЎ bastante mal” dijo, tomando una botella de agua destilada y apretando un chorrito en su boca “He mantenido hГєmedo el tejido, pero no has bebido nada en cuatro dГas.”
¿Ha pasado tanto tiempo? Bred sacudió el agua en su boca, dejándola hundirse en los tejidos secos. “Vini” gruñó después de haber logrado una dolorosa golondrina, “No creo que alguna vez hayas estado más bella que tú ahora mismo.”
“Qué adulador. Apuesto a que dices eso a todas las mujeres que te salvan la vida.”
DirigiГі su atenciГіn profesional a Tyla, que acababa de abrir los ojos y miraba fijamente la placa de luz con la misma confusiГіn que su hermano tenГa. “FГЎcil, hermana” dijo el mГ©dico. “EstГЎs de vuelta en ese paГs de las hadas llamado realidad.” AplicГі un poco mГЎs de agua destilada, y Tyla la succionГі con avidez.
“¿Entonces estГЎbamos soГ±ando?” Tyla gruГ±Гі cuando habГa bebido todo lo que pudo.
“Justo a tiempo. El ГЃrbitro lo comprobГі: habГa los patrones de ondas cerebrales apropiados, el Movimiento de Ojo RГЎpido, incluso alguna sonambulaciГіn.”
“Sonam... ¿eso significa que actuamos algunas veces?”
“PodrГas decir eso” dijo Vini, apartГЎndose del paciente por un momento para poner la botella de agua en el escritorio.
Tyla abriГі mucho los ojos. IntentГі sentarse, pero sus mГєsculos, debilitados por la falta de comida y ejercicio, se negaron a obedecerla. Se dejГі caer en el sofГЎ y mirГі al mГ©dico. “¿QuГ© hacГamos cuando nos sacabas?” preguntГі ella con rabia.
Vini se volviГі hacia ella con un hyposprayer en su mano. “No dejes que te preocupe. Soy mГ©dico y soy muy liberal.” ReorganizГі la sГЎbana que se habГa desprovisto parcialmente durante el intento de Tyla. “Voy a darle a ambos un sedante ahora. Es posible que haya dormido mucho en los Гєltimos dГas, pero muy poco descanso. Esto deberГa permitirte dormir un poco.”
“Pero la Búsqueda” comenzó a protestar Tyla.
Vini rociГі el antebrazo de Tyla. “El ГЃrbitro nos dijo cuГЎl es el siguiente punto, y ya estamos en camino. Sora dice que tardarГЎ unos nueve dГas mГЎs en llegar allГ. Parece fГЎcil esta vez, tambiГ©n, una especie de flor” Se volviГі hacia Bred y le administrГі el espray tambiГ©n.
“Sólo por curiosidad, Vini” le preguntó “¿cómo nos sacaste de ese trance?”
“PensГ© que nunca lo pedirГas” sonriГі el doctor. “TomГ© la idea original de Sora de usar alucinГіgenos y agreguГ© mis propios toques inimitables. ВїRecuerdas lo que dije acerca de la historia temprana de las drogas psicodГ©licas? Bueno, volvГ a los libros de historia mГ©dica y encontrГ© lo que estaba buscando. Necesitaba algo que te hiciera querer despertarte a ti mismo, luchar contra sueГ±os con sueГ±os. AsГ que inventГ© una droga que te darГa pesadillas, sueГ±os tan horribles que incluso la realidad serГa preferible. Los libros dicen que lo llamaron un “plomazo” en el lenguaje de esos primeros dГas.”
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